lunes, 4 de enero de 2016

Soublette y el el buen camino que cruza el Ávila

A propósito del día 15 de noviembre, fecha aniversario del natalicio del general Carlos Soublette (La Guaira 15 de diciembre de 1789- Caracas 11 de febrero de 1870), con desempeño protagonico durante la independencia y en los primeros años de la República, vale la pena recordar que en materia de transporte y comunicaciones, las primeras crónicas que dejan conocer impresiones provocadas al cruzar el Ávila entre La Guaira y Caracas, advierten la fascinación suscitada por los paisajes a pesar de lo agreste de los primitivos caminos de recuas.
Similares testimonios de gracia dejaban los turistas al subir a la capital de Venezuela apreciando desde las ventanillas de los vagones del tren, cuánto les deparaba la travesía por la montaña o al trepar en automóvil la vieja carretera de 360 curvas y peligrosos barrancos, aventura bien aceptada por obra de los paisajes al voltear la mirada hacia el mar o penetrar los tupidos bosques tropicales de la serranía cuyo cruce por avión por entre el abra de Tacagua, desde el corazón del óvalo del hipódromo de El Paraíso a una sabana próxima al pueblo de Maiquetía, lo completa en 1914 el aviador estadounidense César Peoli, a quien bien puede atribuirse iniciar el servicio postal aéreo en Venezuela.
Sesenta y nueve años antes tuvo lugar el estreno de la carretera que suplantaría al rústico camino español vía los fortines y otros atajos que partían de la Puerta Caracas, en la parte alta de La Pastora, y desembocaban con vista al mar en el sitio conocido como Quenepe, famoso por la fuente de agua pura en el piedemonte de cara al litoral.
Inaugurada por el presidente Carlos Soublette (El 28 de enero de 1843, asume nuevamente la Presidencia de la República y entrega el poder el 20 de enero de 1847) en enero de 1845, seis días más tarde, el 20 de enero, registra el primer tránsito de una carreta transportando mercaderías descargadas en el puerto, destinadas al comercio capitalino, travesía realizada en 10 horas, sin lugar a duda reto menor que el asumido por quienes al hombro, apoyados también en mantas, mecates y mulas, trajeron desde La Guaira el piano con el que presidente José Antonio Páez obsequia a su mujer para ambos deleitarse con la mejor música.

Otra referencia interesante y ejemplarizante aún vigente

En 1837 se encontraba en nuestro país al frente de una compañía de teatro un español llamado Josep Robreño quien tuvo la ocurrencia de instalar una academia de baile. Incluso el general Páez figuró entre quienes tomaron sus lecciones. Robreño percibió que a Caracas le faltaba eso y que él podía ofrecerlo en la capital de la República, que luego del desventurado desenlace del gobierno constitucional del doctor José María Vargas, experimentó la paz durante el mandato (1843-1845) del general Carlos Soublette, tolerante de los chistes ácidos que Robreño, se permitió hacer en presencia del Presidente. El presidente lo citó para hacerle saber lo siguiente:
“Las graves son las burlas al pueblo por parte de sus gobernantes” -comentó Soublette al artista.



Camino Nuevo de Maiquetía, inaugurado en 1845


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