miércoles, 4 de diciembre de 2013

Lo que queda del Camino

El buen amigo y solidario colaborador de la Fundación Museo del Transporte, Derbys López Suárez, Director de la Fundacion Historia Ecoturismo y Ambiente, Fundhea, nos ofreció esta tarde un señor banquete de fotografías tomadas el sábado 23, durante el esfuerzo por llegar a la estación Peña Mora, del Ferrocarril La Guaira-Caracas.
Lo intrincado del bosque, varios derrumbes que interrumpen el sendero por el que iba la línea del tren, más peligrosos desfiladeros, impidieron -por ahora. completar la misión en la que persistirá el grupo de Fundhea.
Vale la pena llegar a la ruina de la estación en la que fue ofrecido por los ingleses un almuerzo al general Guzmán Blanco, tal vez seleccionado el lugar debido al inimaginable cuadro ofrecido por la naturaleza -tan espectacular como haber logrado tallar la montaña para dar paso al enrrielado de aquella empresa que constituyó un verdadero reto para la ingeniería anglo - venezolana en la séptima y octavo década del siglo XIX.
También el lugar donde por pura casualidad fue frustrado un intento de magnicidio contra el Ilustre Americano.
Derbys detalla en su colección de fotografías recientes la experiencia que representó abrir también por Peña Mora la vieja carretera gomera, más arriba de la línea del tren, otra talla al cerro que demandaba para las obras de ingeniería, remover enormes cantidades de roca y tender puentes sobre quebradas muy hondas, muy bien tratadas por los constructores del ferrocarril para evitar que las aguas crecidas y desbordadas, afectaran el paso de los trenes.
Desde la autopista que el próximo lunes completa sesenta años de inaugurada, es posible divisar los restos de la estación de Peña Mora no así lo que queda del tanque de agua del que se surtían las locomotoras a vapor que comenzaron a reemplazarse con el tendido eléctrico de la línea que comenzó a prestar servicio en mayo de 1928. Este empeño en llegar hasta los vestigios de lo que fue la estación de Peña Mora dará que hablar pues constituirá casi otra hazaña.
Aguardemos noticias!

Paso del Ferrocarril LaG & Ccs. de Peña de Mora a Boquerón
Estación Peña de Mora vista desde la Autopista Ccs Lag.
Foto: Derbys López - Archivo Digital Fundhea
Paso de Carretera Vieja por Peña de Mora, finales de 1950
Paso de Carretera Caracas La Guayra por Peña de Mora, Noviembre 2013
Foto: Derbys López - Archivo Digital Fundhea
Construcción del Puente del Paují, circa 1925
Foto: A. Mûller
Puente El Paují, Noviembre 2013
Paso de Carretera Vieja por Peña de Mora







Pedro Duim, Un recorrido por rostros e imágenes de la Caracas en la que le tocó vivir

Vale la pena visitar la exposición de fotografías realizadas por el larense Pedro Duim (1918.2012). Un recorrido por rostros e imágenes de la Caracas en la que le tocó vivir y pateó cámara en mano para recoger impresiones de la transformación urbana para dar paso a la modernidad, lamentablemente echando abajo edificaciones con valor testimonial de otras épocas, patrimonio sacrificado en aras de avenidas amplias que facilitaran la comunicación, o edificaciones que han pasado a ser emblemáticas del la renovación como el Centro Simón Bolívar el cual hasta con un pedazo del Teatro Municipal acabó, como ahora se derrumban las pocas casonas del Este que permanecen en pie, por lo general para satisfacer el lucro de los desarrollistas.
Rica en recuerdos y lecturas, pobre en información de referencias orientadoras y formadoras acerca de los valores de ese patrimonio visto y colectado por el lente de Pedro Duim -sin la menor duda gran fotógrafo venezolano-, la exposición, magnifica por sus contenidos visuales y la calidad del montaje, se puede visitar con pocas limitaciones en los hermosos y muy generosos espacios de La Estancia -el brazo cultural de PDVSA-, en la avenida Miranda, a la altura de la estación del Metro Altamira.
Para quienes tienen interés en los automóviles de los años 40 y 50, el gusto que se pueden dar es enorme pues con los edificios, calles, monumentos y obras públicas en plena ejecución, aparecen muchos incluso de marcas poco conocidas. La fotografía que copiamos para nuestros seguidores, muestra entre otros dos portentosos vehículos de color oscuro: en primer plano un Chrysler 1948 sedan 4 puertas, y a la izquierda, entre varios, se destaca el Packard de finales de los 30.
Valga anotar ahora al recordar los 60 años de la apertura de la autopista Caracas-La Guaira, que Duim logró un nocturno, muy probablemente el día 3 o 4 de diciembre de 1953, donde registra la hilera de automóviles a la altura del peaje para bajar o ya de regreso luego del recorrido de estreno, además de varias personas de pie contemplando el espectacular movimiento de vehículos guiados por conductores curiosos que se hacían acompañar de sus familias.

Buick de los años treinta de Germán Alex Heath. Desfile por Caracas en 1965 antecedente de la creación en 1970 de la Fundación Museo del Transporte y apertura del Museo hace 43 años. Recorrida por Caracas para apoyar próxima conmemoración del 400 aniversario de la fundación de Caracas, En la fotografía entre Monjas y San Francisco. Fotografía de Pedro Duim expuesta en La Estancia.
Valioso documentos que muestra la actividad generada por la nueva vialidad hacia el litoral a partir de mediados de diciembre de 1953.

Autopista Caracas-La Guaira en el contexto

Tan importante como las obras que al menos en dos tiempos determinaron la apertura de la carretera Caracas-La Guaira tal y como se conserva desde las primeras décadas del siglo XX, fueron las mejoras a las vías que enlazadas, dieron lugar en parte sobre trazados de la antigua Trasandina, a la Panamericana, la cual arranca en Coche, sube a Los Teques baja en Las Tejería, pasa por La Encrucijada, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Trujillo, Mérida, San Cristóbal y remata en el puente que nos une a Cúcuta, Colombia.
En vialidad, entre 1909 y 1935, Gómez gastó Bs. 270.480.008, el 65 por ciento de la inversión en obras públicas que fue en promedio el 18 por ciento del gasto nacional. El MOP dispuso en el mismo período dictatorial de Bs. 413.145.249.
Oscar Anzola Muñoz-Tébar recordó en un artículo publicado en El Universal la importancia del Plan Preliminar de Vialidad que en 1997 cumplió 50 años. Fue esbozado en ocasión del II Congreso Venezolano de Ingeniería, por el doctor Angel Graterol Tellería. La propuesta originó  la Comisión Nacional de Vialidad integrada por José Bernardo Pérez Barrios, Isaac Pérez Alfonso, Carlos Peña Uslar, Antonio Ornés y Francisco Rivas Lázaro. El plan se publicó en 1947 pero se comienza a ejecutar en 1950. “La publicación del plan, con su sistema de carreteras troncales, locales o estadales, ramales y sub ramales, además de la definición del sistema básico de puertos y aeropuertos, se convirtió en una guía para proyectistas y constructores, fomentó las técnicas y estimuló políticas concretas para hacer realidad las obras propuestas. La misión por cumplir lo propuesto -afirma el mencionado articulista- hizo que hasta 1960 la actividad de estudios y proyectos viales y la ejecución de sus obras se desarrollaran hasta un alto nivel profesional. Destacan en esas tareas muchos ingenieros de gran vocación y capacidad como Antonio J. Vicentelli, Santiago Hernández Ron, Angel Graterol, Teolindo Yánez, Francisco Mazzei. Alfredo Calzadilla, Eudaldo Vila, Manuel de Val, Lorenzo Martínez y Leopoldo Sucre Figarella, entre tantos otros, fundadores de la Sociedad Venezolana de Ingeniería Vial (hoy  SOTRAVIA)… 
En honor a la verdad, antes y después del MOP, son contadas las experiencias donde la esencia de los planes se hizo realidad, aunque fuera con retraso. Un primer paso fue aquel plan preliminar de vialidad, y luego las obras de la CVG, el Metro de Caracas, las de electrificación y parcialmente las de abastecimiento de aguas. El llamado país político nunca ha creído mucho en la planificación, ni siquiera en los llamados planes de la nación…”.
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El presidente Pérez Jiménez inaugura dos túneles y tres viaductos de gran importancia desde el punto de vista de la ingeniería civil. Son parte de la autopista Caracas-La Guaira, de 17 kilómetros de longitud, la primera vía de este tipo, extraurbana, construida en el país.
"El dos de diciembre de 1953, Caracas se convirtió en puerto de mar", recuerda en Así son las cosas el periodista Oscar Yanes quien agregó en una de sus amenas crónicas: "El coronel Marcos Pérez Jiménez, presidente de la República, inauguró la nueva autopista Caracas-La Guaira a las diez de la mañana de ese día.  La llegada del mar a la capital fue celebrada en toda la ciudad. Los diecisiete bancos que operaban en Caracas cerraron sus oficinas y más de 50% de las empresas dieron día libre 'para ver la autopista'. 
El tránsito por la nueva vía se convirtió en escuela en donde se cumplía este viejo principio: 'tu derecho concluye donde empieza el derecho ajeno'.  Si un conductor se accidentaba en uno de los túneles debía accionar inmediatamente los timbres de alarma para que la patrulla de carretera lo auxiliara al instante.  El primer túnel tenía 36 teléfonos en cada vía, o sea 72 en total y en el segundo ocho, en cada canal, o sea 16. El conductor accidentado lo único que tenía que hacer era apretar un botón y marcar el cero. Si notabas algún defecto en tu vehículo debías abandonar el canal y estacionar en el hombrillo. Los auxilios mecánicos y grúas eran gratuitos. Una boleta por infracción en la autopista no te la quitaba nadie. Ni Pedro Estrada.
Para la voladura de uno de los cerros se emplearon en una sola explosión doscientos cincuenta mil kilos de dinamita, lo que se consideró entonces como la mayor explosionada nunca vista en el mundo.… Toda Caracas hablaba maravillas de la autopista: 17 kilómetros, contados desde Catia al trébol de distribución de Pariata. Por la vieja carretera eran 30 kilómetros con más de 300 curvas.  Las mujeres y los niños (y algunos hombres), cuando viajaban a La Guaira, por la antigua carretera, solían llevar debajo de la ropa un periódico en el estómago. Fueron muchos los ejemplares de El Universal, El Nuevo Diario y La Esfera que llegaban así a La Guaira, soportando unas curvas de quince metros de radio. Por eso en un sitio (me parece que es en Pedro García), en un monumento que exhibe un carro destrozado, se advierte a los viajeros que 'poco a poco se anda lejos'.  En la autopista las curvas tienen doscientos ochenta metros de radio cuando menos.
En aquel entonces esta era la obra más espectacular de América Latina, después del Canal de Panamá y la construcción también en el siglo XIX del ferrocarril entre La Guaira y Caracas. Tres viaductos. Uno de ellos, el número uno, tiene 2302 metros y era, cuando se inauguró, el quinto en extensión en el mundo. El viaducto número dos de 250 metros y el viaducto número 3 de doscientos metros. Los túneles dejaban a la gente con la boca abierta: uno de mil setecientos ochenta metros y otro de cuatrocientos setenta, con una iluminación espectacular. En la autopista no se podía 'ir la luz' nunca. Se abastecía de energía eléctrica proveniente de las plantas Ricardo Zuloaga y Arrecifes, de modo que si fallaba una entraba en funcionamiento la otra.  Los dos túneles disponían de luz propia en todo momento, ya que contaban con una instalación de lámparas de mercurio a prueba de cualquier emergencia…
Los cuarenta años de partidocracia -agrega Yanes- acabaron con esta obra.  Ahora se discute si es legal o no la concesión. Igualito que cuando en el juego de basquet se congela la pelota. Todo mundo se la pasa, pero nadie tira a cesta, que sería ir a decidir ante la Corte Suprema de Justicia.… Dentro de la partidocracia 'la pelota congelada', o sea, la discusión interminable, produce buenos dividendos a los políticos que protagonizan el juego, porque te conviertes en noticia, apareces en la prensa escrita, en la televisión y en la radio… El día que el viaducto 'colapse', palabra que ahora está de moda, la búsqueda del culpable se convertirá 'en lomito' político para unos e interminable calvario para otros. Y al final nadie irá preso. La situación de la autopista Caracas-La Guaira es una vergüenza más aún, cuando dentro de tres meses se pretenda celebrar oficialmente el 23 de enero con cohetes, discursos y grandes actos especiales. Cuando lo que deberíamos hacer ese día es iniciar el análisis frío de por qué lo que pudo ser una democracia decente se convirtió en una absurda y corrupta partidocracia. Por algo los auténticos y grandes protagonistas del 23 de enero se sienten frustrados. Así son las cosas" -concluye Yanes.
Como todos los sabemos, el viaducto N° 1 se desplomó, suceso avisado imposible de prevenir en buena medida por las razones geológicas determinantes del evento. Con agilidad digna de destacar que en cierta manera se contrapone a la fracasada experiencia de costosos paños calientes para “evitar” el derrumbe del hermoso puente sobre la quebrada Tacagua, fue contratado y tendido en breve tiempo un nuevo puente que reabrió el tránsito de la autopista en toda su extensión. Convenida la obra con una expresa acreditada con experiencia, volvimos a tener autopista no obstante que de manera progresiva y anárquica sus laterales están siendo intervenidos lo que en algún momento la convertirán en avenida intercomunal distante de lo que inicialmente se pretendió.
Al mismo tiempo, a buen ritmo pero poco información, avanzan los trabajos para abrir una autopista alterna entre cuyas características se cuenta que mediante túneles muy largos, Caracas y el litoral quedarán unidos dentro de pocos año -tal nos ha sido prometido.
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Le siguió la Caracas-Valencia-Puerto Cabello, cuyo tramo Las Tejerías-Valencia estaba listo el 23 de enero de 1958 no así el Coche-Tejerías, inaugurado unos siete años más tarde después de varias rectificaciones, y el Valencia-Puerto Cabello.
En la década de los años setenta y ochenta se abrieron al tránsito tramos de grandes proyectos de autopistas como la Centro-Occidental bautizada José Antonio Páez. Esta autopista de 300 kilómetros de longitud atraviesa Carabobo, Cojedes, Portuguesa y Barinas. En abril de 1997 las obras pendientes acumularon diez años paralizadas por lo que el Gobernador de Cojedes planteó la transferencia de la responsabilidad de los trabajos para que cada gobierno regional cumpliera lo que hasta entonces el MTC no cristalizaba. Después, se enserió el trabajo hasta completar la vía de la cual los usuarios se quejan por la desatención notoria en ciertos tramos que le restan dinamismo al fluido del tráfico.
El mayor avance en la autopista entre la capital y el Oriente del país ha sido el cambio sucesivo de nombre a esa vía que pese a tantas inversiones o presupuestos asignados, avanza espasmodicamente por tramos lo cual preserva con todos los problemas que tiene, la angosta y curvilínea carretera que en su mayor parte data de comienzos de la década de 1960, con varios episodios de puentes fracturados.


De Pedro Duim es este valioso documentos que muestra la actividad generada por la nueva vialidad hacia el litoral a partir de mediados de diciembre de 1953.
Aviso oficial

Movimiento de tierra entre los cerros que separan a Caracas del mar y detalle de la construcción de uno de los hermosos viaductos construidos con tecnología francesa. Pórtico de uno de los túneles.

A como diera lugar había que inaugurar el día en que se recordaba la instauración del régimen perezjimenista 1952/1958.

El túnel Boquerón Uno, justo debajo de uno de los puntos que más trabajo dio en el siglo XIX y a comienzos del XX, la construcción de la vieja carretera Caracas-La Guaira, tiene más de un kilómetros y en sus primeros años fue el más largo túnel vial de latino-américa.