lunes, 4 de enero de 2016

Alfonso Márquez Añez: Etapas cruciales de VIASA y LAV

Procedente de una familia humilde del páramo trujillano llegó a Caracas en la década de 1930 el joven Alfonso Márquez Añez. También otros hermanos que siguieron estudios en la capital, uno de ellos, Martín, en la Escuela Militar, otros en la vieja universidad de donde egresan titulados en Derecho.
Alfonso va a Maracaibo para desempeñarse en la administración pública como funcionario de Hacienda en el área de impuesto sobre la renta. Allí se comprueba que se trata de un hombre probo y competente dispuesto a consagrar la vida al servicio del Estado, como resultó ser.
A principios de la década de 1950, en Caracas, pasa a ocupar altos cargos gerenciales en la C. A. Venezolana de Navegación al frente de la cual estaba el capitán Remigio Elías Pérez, quien al resolver separarse del cargo, no duda en sugerir la escogencia de Alfonso Márquez para que sea quien asuma la presidencia de la empresa. Seis años estuvo a cargo de la secretaría de la CAVN. Completo 21 años dentro de “la Navegación”, tiempo a lo largo del cual no sólo terminó su formación como administrador eficaz sino –creía- más contribuyó al desarrollo de Venezuela y demostró la capacidad de los venezolanos que integran equipos de trabajo competentes y responsables, de servirle a su país. Tenemos pues que el andino trujillano, sin saber nadar, entre marinos aprendió a administrar con inteligencia y responsabilidad, barcos de carga.

La década de los años setenta.


Entre 1976 y 1979 se producen cambios en la junta directiva de Viasa y, más importante aún –resalta Alfredo Sandor en su libro 1961-1997 Triunfos y fracasos de Viasa, “el cambio de presidente de la compañía y con él, del régimen que imperaba en la empresa. Los cambios son profundos y Viasa eventualmente dejará de ser una empresa mixta, para pasar a ser una empresa del Estado venezolano. Durante los ejercicios 1979 y 1980, las operaciones de Viasa arrojan pérdidas considerables y por primera vez –afirma Sandor- comienza a resquebrajarse la estructura sólida y bien enrumbada…”.
Con la salida de Machado Zuloaga de la presidencia cuando consideró que había completado su labor como presidente fundador y organizador de la compañía, el gobierno, accionista mayoritario recurre a Alfonso Márquez, quien le brinda su experiencia gerencial y buen olfato como administrador en momentos en los que la aviación internacional de Venezuela encomendada exclusivamente a VIASA, debe dar pasos para la reafirmación del valor acrecentado de la experiencia con data de nacimiento en 1961. Márquez Añez responde al reto aeronáutico como lo hizo en el ámbito de transporte marítimo. Oscar Machado Zuloaga, Alfonso Márquez Añez y Luis Ignacio Mendoza serán recordados como los presidentes exitosos de los diez que dirigieron Viasa entre 1961 y 1998.

Línea Aeropostal Venezolana.

De VIASA, Márquez Añez pasa a la presidencia de la Línea Aeropostal Venezolana. José Luis Reyes (Motilón Reyes) comentó lo siguiente, tal como aparece en el libro Aviación Comercial Venezolana: “35 años activos los pasó (Motilón Reyes) en los talleres de LAV en Maiquetía, a partir de 1957. De sus viejos tiempos en la aviación civil y pasantía por la militar en Maracay, recuerda figuras como la de Guillermo Pacaníns y reconoce en Alfonso Márquez Añez el mejor presidente de LAV, con quien le tocó trabajar y ejercer con fluidez y gran respeto por parte de la empresa, las funciones sindicales desde la directiva de SUTAC, la cual presidió entre 1958 y 1970. A Reyes lo ocuparon labores diversas como el control de accesorios, los sistemas de amortiguadores, magnetos, generadores, bombas de gasolina, gobernadores de hélices. En el trabajo de equipo le resulta imposible dejar de mencionar entre otros a Carlos Pérez Montezuma, Francisco Clotet y Agustín Martínez (Dumbo), en la ya limitada lista de sobrevivientes que incluye a uno de los mecánicos que trabajó para la Aeropostal en Maracay y se vino a Maiquetía con la mudanza de los hangares”.
Márquez Añez tomó parte en la repotenciación de la Aeropostal Venezolana con la adquisición de la flota de jets DC-9-30 –era ministro Leopoldo Sucre Figarella- así como fue exitoso al frente de VIASA.
En plena fase de continuar potenciando la aerolínea estatal a cargo de la cual estaba cuando no acepta que un ministro de Transporte y Comunicaciones aprovechara las cortas vacaciones de que Márquez disfrutaba para que se aplicara, por instrucciones del ingeniero Juan Pedro del Moral, “una medida injusta contra un antiguo trabajador de la Aeropostal cuya estabilidad defendía por puro sentido de justicia y razones para no afectar a un buen empleado. En el acto dejé rica a la Aeropostal. Yo así no trabajo contigo; nunca se lo he tolerado a nadie” – le manifestó a su fraternal Juan Pedro para dignamente cerrar su hoja de servicio como funcionario público de alto nivel. Sale por la puerta grande sin alborotos ni perturbar a nadie “porque nunca fui de los funcionarios que llevan a la oficina objetos personales, fotografías de familiares y amigos, ni siquiera de los presidentes de la República. Me podía ir en cualquier momento sin remordimiento ni verme en la necesidad de recolectar efectos personales…”.

Hace 30 años

Hace 30 años, Márquez Añez asumió la defensa frontal de la libre competencia entre aerolíneas, también en Venezuela, además de anticipar la posibilidad de que su querida VIASA –la de todos-dejara de volar. Invitado por Sofía (S) y Carlos Rangel (CR) al programa matutino de entrevistas transmitido el 12 de agosto de 1985. Al planteamiento de los anfitriones: “El gobierno acaba de anunciar que no sólo Viasa sino también la LAV y Avensa, podrán hacer vuelos regulares al exterior. Esto ha sido una controversia de muchos años en la industria aérea. ¿Por qué, si parece tan obvio ser algo tan conveniente?, Alfonso Márquez (AM) expuso:
-Yo creo que hemos venezolanizado demasiado el anuncio de una nueva política aeronáutica comercial en el país, venezolanizado en el sentido un poco de crítica el término venezolanizado; es decir, hemos hecho un pleito en familia, una marea en un vaso de agua. Yo creo que el gobierno del Presidente Lusinchi encontró un grave problema en materia aeronáutica fundamentalmente, con lo que hemos dado en llamar la línea de bandera que es Viasa. El déficit de Viasa para comienzos del 84 superaba los 2 mil millones de bolívares, esto se compone en un endeudamiento externo igual o un poco superior a los 100 millones de dólares no pagados desde 1977, fecha en la cual yo tuve la magnífica oportunidad de suscribir el contrato con la empresa McDonald Douglas, constructores de los DC-10, por la adquisición de tres DC-10 por 120 millones de dólares, de los cuales Viasa en esa oportunidad pagó 20 y quedamos debiendo 100 millones.
CR: Y que son los aviones que Viasa sigue usando.
AM: Que sigue usando y que de no haberlos adquiridos, pues Viasa hubiera terminado antes. Entonces, yo sinceramente, como Alfonso Márquez, venezolano, independientemente de que trabaje o no con Línea Aeropostal Venezolana, siendo que los trabajadores todos, incluyéndome a mí, en materia aeronáutica del país, debemos estar agradecidos del gobierno del Presidente Lusinchi que está haciendo todos los esfuerzos posibles para que Viasa sobreviva, por salvar a Viasa, ¿en qué sentido?, en que ya el país ha anunciado que va a pagar dentro del refinanciamiento como Deuda Pública del Estados, esos 100 millones de dólares, y ha hecho aportes en efectivo y ha anunciado que le repondrán el capital por suma superior a los 500 millones de bolívares.
CR: Lo tenía perdido.
AM: Totalmente, el capital de Viasa está más que perdido; entonces, creo que todos los venezolanos debemos de reconocer que hay un gran esfuerzo del sector oficial, por evitar la muerte de Viasa, y en vez de estar discutiendo que si la política anunciada por el presidente Lusinchi en un instructivo presidencial, que es un instrumento jurídico legítimo para encaminar esta política, las tres empresitas -porque así es como nos debemos llamar-, somos tres empresitas con apenas 25 aviones entre las tres, estar discutiendo si es bueno o malo el camino utilizado, deberíamos estar reunidos los tres para ver en qué forma hacemos buena la política anunciada por el Presidente Lusinchi en este instructivo.

Avensa y Ferrominera

Como asesor de la presidencia hizo útil pasantía por AVENSA debido a las consideraciones que mutuamente se tuvieron el doctor Márquez Añez y Henry Lord Boulton. También acompañó como miembro de la junta directiva de Ferrominera, a su amigo Leopoldo Sucre Figarella, por quien tuvo justificada admiración debido a la capacidad demostrada por el guayanés Sucre como ministro de Obras Públicas, Transporte y Comunicaciones así como al frente de la Corporación Venezolana de Guayana.
Justo, extraordinario como amigo, administrados sensato y honesto a carta cabal, perspicaz consejero, los altos cargos que desempeñó no lo engolosinaron. Figura entre quienes contribuyeron en los inicios del Museo del Transporte, donde se conservan tal vez las únicas maquetas de vapores que sirvieron a la CAVN de todas las que seguramente hubo pero con buen tino hizo donar a la FMT antes de separarse de la presidencia “de la Navegación”.
Con más de noventa años de edad, siempre de buen humor y atento, el muy inteligente hombre Alfonso Márquez Añez fue hasta hace muy poco referencia versada en diversos tópicos, resultado de sus vivencias ciudadanas, políticas y como administrador magnífico. Su vida acabó la mañana del domingo 29 de noviembre de 2015, rodeado del afecto de su esposa, hijos, nietos, bisnietos y amigos que lo apreciaban tanto como respeto tuvieron por la franqueza que marcaban sus palabras. QEPD.

Llegada a Maiquetía del primero de la flota de cinco Douglas DC-10-30 adquiridos por VIASA.

Al fondo Márquez Añez como ex presidente de VIASA y LAV, visita al general Ramón Mendoza Ibarra, entonces nuevo presidente de VIASA. A la derecha de la fotografía, aparecen también la periodista Marianela Salazar, de VIASA, y Henry Lord Boulton, presidente de AVENSA.

. Es extenso el archivo fotográfico dedicado a VIASA conservado en la biblioteca del Museo del Transporte. Como él era poco faramallero, de todas las directivas, la que correspondió a Márquez Añez, es la que menos tomas existen del personaje o con el personaje no obstante la importancia de su gestión como presidente de la compañía que recibió nuevos su flota de DC-10-30.

Jesús (Motilón) Reyes.al centro entre Alí Méndez Martínez y Alejandro Cabrera Pérez.

De su limpia y dilatada trayectoria como funcionario del Estado, Alfonso Márquez Añez (a la izquierda en la fotografía donde igualmente aparecen en el mismo orden, el capitán de navío Ramón Rivero Núñez, el ministro de Comunicaciones Pablo Miliani y el contralmirante Ricardo Sosa Ríos, todos hombres de enorme valor profesional, honestos sin tachaduras, dignos servidores eficientes a Venezuela), consideraba los más provechosos para el país y felices para él, 21 años en la CAVN, seis como secretario de la directiva presidida por el capitán Remigio Elías Pérez y el resto como presidente de la empresa que cuando la entrega, era robusta, próspera y bien acreditada.

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