sábado, 11 de enero de 2014

¿Desea la Fundación Museo del Transporte recibir dinero del Estado?

Alejandro Vilar, a quien no tenemos el gusto de conocer personalmente, siempre solidario y seguidor del Museo del Transporte de Caracas, Guillermo José Schael, y quien se presenta a nombre de la respetable Universidad Autónoma de Madrid, escribió el comentario siguiente: “ Que desgracia. Recuerdo la última vez que fui al Museo del Transporte y del que tengo tantos bonitos recuerdos de cuando era pequeño, y vi varios vehículos deteriorados, y al preguntar el por qué estaban así, me dijeron que el Gobierno no otorga fondos al Museo, que más bien lo quieren cerrar. ¿Cómo pueden querer cerrar una parte de la historia de nuestro país? Habiendo allí piezas tan importantes como vehículos de guerra, Rolls Royce, Mercedes, etc, etc? Qué dolor me dio. No sé si ahora habrá cambiado la situación, pero desde luego admiro la lucha que llevan a cabo desde el Museo para mantener y restaurar, con lo poco que obtienen, las piezas históricas que reposan en sus instalaciones. Solo puedo decirles: ¡gracias! Por todo lo que hacen, y por preservar nuestra historia ante la adversidad, para que las generaciones del futuro puedan tener un vistazo al pasado de Venezuela a través de un Cadillac de 1950, o un Rolls Royce de 1915”.

El Museo Del Transporte Caracas se permite recurrir con base a una de las apreciaciones de Alejandro, para acotar –y de paso hacerlo del conocimiento público de manera abierta en este comienzo de 2014- que si en el Museo alguien explica que está “así o asao” pues no recibe dinero del Estado, a todo evento se trata de la apreciación personal de quien lo manifieste así o lo sostenga como un punto de vista más. Para nada es ni será la estimación del problema por parte de la Fundación Museo del Transporte (FMT) o de directivo autorizado del Museo.

La FMT no desea que el Estado le ponga una asignación presupuestaria. Tampoco que el Museo del Transporte se convierta en otra carga para el Estado, el cual, como vamos viéndolo, hace tiempo dejó de soportar nuevas cargas, aunque nadie lo crea pero se vea obligado a asumirlas, lo cual no es el caso que nos ocupa en este momento. Ya es muchísimo más de lo suficiente el peso que lleva sobre los hombros el Estado venezolano.

Lo que sí deseamos y apreciaríamos- es que deje trabajar en paz a la FMT-. Que no le arrebate las fuentes propias de financiamiento que hasta 2018, le ofrece y permite el Contrato de Comodato vigente. Al respecto nos han informado fuentes confiables pues oficialmente nada sabemos al respecto, no obstante tal Contrato de Comodato vigente, en el Ministerio PPP el Ambiente han desarrollado contratos paralelos por montos muy superiores a los que le producen a la FMT para el funcionamiento y conservación del Museo del Transporte, contratos celebrados al margen o en paralelo con algunos de los particulares que se sirven de los espacios que, según el Contrato de Comodato hasta ahora vigente, posee la FMT pleno derecho para celebrarlos y ser reconocidos por el Estado como vigentes y únicos en la relación entre las partes contratantes.

Tal situación la hemos llevado -como nos corresponde- a la Dirección de Bienes y Servicios del MPPP el Ambiente, en donde no obstante la cortesía con la cual han tratado a nuestros representantes, demoran ofrecer algún tipo de respuesta que nos sitúe donde en realidad estamos desde la perspectiva jurídica para el MPPP el Ambiente.

Por otra parte continúa pendiente la decisión del Tribunal Supremo de Justicia. Confiamos que la misma ofrezca la posibilidad de que el Museo tenga continuidad en el tiempo para lo cual es vital contar con los beneficiosos alcances del Contrato de Comodato vigente hasta 2018. Desde el punto de vista de quienes nos asisten judicialmente en este juicio que nada tiene que ver con la situación antes descrita, la parte demandante -MPPP el Ambiente- no logró probar durante el juicio que la FMT violó en ninguna de sus partes el Contrato de Comodato celebrado con el Estado venezolano, además de admitir de hecho, la existencia y vigencia del mismo. El asunto es pues dejar trabajar a la FMT sin aprecios ni amenazas. Dejarle tener mejores ingresos producto de renegociar directo con concesionarios que sí acceden a presiones que los conminan a pagar sumas de dinero, que obstinada y cobardemente le niegan a la FMT por la vía de revisión o renegociación de los contratos que tienen como fecha de caducidad el mismo tiempo que resta hasta la extinción del Contrato de Comodato (2018).

La incidencia de las justas revisiones a los salarios mínimos, el factor inflacionario como el aumento de los costos para preservar piezas cada vez más antiguas y por lo mismo exigentes de cuidos y trabajos de mantenimiento mayores y gravosos; cuarenta y tantos años con casi la misma infraestructura en los servicios básicos de agua, luz, y la planta física en general, hacen apremiante disponer de montos superiores para afrontar los costos operacionales y particularmente los de conservación del patrimonio, lo que mejor nos empeñamos en defender con la responsabilidad que recae sobre los hombros de la FMT como guardiana del mismo.

Por ello es que el clamor no es diferente a solicitar: ¡Por favor, dejen trabajar y vivir en paz al Museo del Transporte!

Hasta hoy, durante cuatro décadas, la FMT demostró inequívocamente que supo y pudo cumplir sin la muleta de asignaciones del erario público sino como ente de servicio público bajo gestión autónoma, dedicado a salvaguardar una poción temática muy particular del patrimonio histórico de Venezuela.

Gracias de nuevo a Alejandro Vilar. Desde Caracas, con los mejores deseos.

Miembros de Fundhea dando a conocer la situación de la FMT a los usuarios preocupados por el cierre del Museo.

Usuarios de las redes sociales muestran su solidaridad con la FMT, Foto cortesía Roberto Iregui, Enero 2011

Usuarios de las redes sociales muestran su solidaridad con la FMT, Foto cortesía Roberto Iregui, Enero 2011