domingo, 25 de diciembre de 2011

Willys Station Wagon 1952 de visita en el Museo


Una pristina Station Wagon Willys 4x4 del año 1952, visitó en estos días el Museo del Transporte. Seguramente la veremos con frecuencia a partir de ahora.
En los Estados Unidos comenzaron a producir estas camionetas de tres puertas en 1946, verdadero suceso industrial. Precursora por mucho de las camionetas de pasajeros tipo “suburbans”, ahora tan populares con un fenomenal desarrollo que las hace aptas tanto para la ciudad como parte el campo. El trabajo duro y la conducción por las damas que tanto las aprecian.
Willys fue primera en este tipo de vehículo robusto adaptable a diferentes terrenos y usos. Al comienzo lo presentaron con exteriores simulando el empleo de madera encuadrando partes metálicas, falsa apariencia pues en el caso de las Station Wagon, siempre la carrocería fue metálica. Tenía las bondades de robustez y prestigio de los jeeps enviados a la guerra, los Willys 4x4 dominantes de la escena aunque los alemanes produjeron el Kuwelgawen y los japonés su Toyota 4x4, imitación del estadounidense.
Hubo la Station Wagen sin transmisión en las cuatro ruedas. Pero a partir de 1949 la preferida de la línea Willys de los primeros años de la postguerra fue la 4x4 la cual la versión para pasajeros, trajo asientos para cinco personas. La que llegó esta semana de visita al Museo, incluye un asiento único en la parte de atrás, donde va también la rueda de repuesto. El acceso a los asientos traseros es mediante la puerta derecha de la cabina.
Las 300 mil Station Wagon producidas por la Willys Overland Motors incluyeron la versión para pasajeros y panel sin ventanas laterales pero también con la pickup de carga cabina para tres pasajeros. Hicieron adaptaciones para cajuela volteo y grúa.
El modelo 1952 matrícula AFA 118 que alegró la vida en el Museo Guillermo José Schael, es color vinotinto. Parece original. Predominaban verde o grises por cual esta vinotinto excelentemente conservada en su estado original es, en cierto modo, excepcional. Los rines son crema, lo usual.
Los fabricantes de Willys mantuvieron en producción la Station Wagon, con pocas variantes, hasta los primeros años de 1960. Una de las pocas modificaciones, además de mejoras en el motor Hurricane F6-161 original de cuatro cilindros, las descubrimos en los ventanales delantero y trasero: eliminaron los parales. A las más antiguas las caracteriza el ventanal delantero partido en dos por un paral estrecho al igual que fundieron en una el par de ventanillas rectangulares apaisadas traseras, en la sección superior de la portezuela vasculante. Abría la mitad hacia arriba y la otra hacia abajo. Dejaba campo para cargar con comodidad equipajes y abatiendo el asiento posterior, unos cuantos m3.
Como dato curioso, como parte del programa Alianza para el Progreso, lanzado por el presidente John F. Kennedy en 1961, la Policía Municipal de Caracas, recibió más de 100 Station Wagon Willys fabricadas en 1962 las cuales trajeron protectores de los ventanales hechos en rejilla metálica. Asientos laterales en el compartimiento trasero utilizado como “jaula” o para el traslado de personal. Dieron que hablar. Hicieron mucho en tiempos de desórdenes callejeros y terrorismo.
La presencia de los Willys en Veneszuela comienza cuando familia Blohm, a través de BECO, comenzó la distribución en nuestro país de la marca. Fueron ofrecidos como formidable apoyo para trabajos difíciles donde no había caminos.
Sin embargo, la traída masiva de automóviles Jeep-Willys la impulsó Alberto Tattar, quien en entrevista en la cual repasó su propia historia, años atrás recordó que la exhibición inicial la montaron frente a la plaza Morelos, en Los Caobos. “Provocamos una enorme concentración de curiosos” –expresó satisfecho.
Eran tres CJ-3 verde oscuro a cuya promoción se dedicaron las firmas BECO y Centagro, siendo los señores Pedro Hernández y Jacinto Oropeza, vinculados al grupo de concesionarios, quienes se encargaron de la demostración de las cualidades evidentes durante los años de la guerra. Eran especialmente resistentes, tenían transmisión en las cuatro ruedas, motor de gran potencia eran fácilmente maniobrables.
Pero mucho antes de que la fábrica pudiese ordenar el despacho de suficientes Jeep para uso  civil, según Tattar, tuvieron lugar ciertas gestiones en Trinidad y Antigua, «donde sabíamos que el ejército norteamericano había sacado a licitación un lote de estas unidades poco después de haber sido firmado el tratado que ponía fin a la Segunda Guerra mundial».
«Abrimos una lista de peticionarios interesados en adquirir estos vehículos para faenas agrícolas. Pronto tuvimos un cuaderno con más de 200 solicitudes y la fábrica tardó algún tiempo antes de poder hacer las primeras entregas. Los pedidos fueron renovándose constantemente y pronto el Jeep-Willys había penetrado el mercado venezolano hasta el punto que ya finalizando el año de  1946 habíamos colocado un número casi fabuloso en Venezuela».
-¿Cuántas unidades vendieron en su mejor época?
«Creo que la cifra récord registrada en nuestros libros fue algo más de 3.600 unidades al año», respondió Tattar.
Los modelos Jeepster y Aero-Willys tuvieron gran aceptación.. Pero fueron descontinuados debido a su costo.
-¿Tiene usted datos  sobre el total de los Jeep Willys vendidos en Venezuela?
En 22 años, de 1946 hasta abril de 1969 se colocaron en Venezuela más de 44 mil vehículos Willys. En su mayoría los techo de lona CJ en sus diferentes variantes.
El ritmo de las ventas disminuyó a partir de 1962, cuando se produjo la devaluación del bolívar lo cual trajo como consecuencia lógica un aumento de cerca del 40% en el valor de los auténticos Jeep Willys..
A comienzos de la década de los 50, comenzó la importación del competidor inglés: Land Rover serie I y sucesivas, carrocería totalmente de aluminio, 4x4 que se vendía bien a través de la Corporación Venezolana del Motor y más tarde representado por Auto Agro.
 Jacinto Oropeza dirigió las operaciones de Centagro, importadora de los Jeep Willys; lo reemplazó Harry Mannil, en ACO.
El abuso de su propia ignorancia y desinformación histórica de que hace gala la industria automotriz venezolana coloca la presencia de varias marcas más delante de lo que en realidad comenzaron a tener presencia, gozar de aceptación y crecer en nuestro mercado.
Alfredo Schael


Leyendas


1. Willys Station Wagon 1952 visitante del Muaseo. 2. Comparaciones promocionales poco después del lanzamiento de la camioneta Willys en 1946. 3.  De las originales de finales de los años 40. 4. Servía para muchos usos.  5. La Willys caraqueña en su estado actual. 6. En la grúa de Carlos Ortega no obstante que prende de a toque…