miércoles, 13 de julio de 2011

Sala Político Administrativa del TSJ decretó hoy el secuestro del Museo del Transporte

El día de hoy la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, por votación unánime, declaró Procedente la solicitud de decreto de medida de secuestro sobre el inmueble en el que funciona elMuseo del Transporte, en Caracas; y decretó la medida solicitada por la República, ordenando su ejecución.
Así mismo, ordenó notificar de dicha medida decretada a la Procuraduría General de la República, así como al Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) y al Instituto de Patrimonio Cultural, a efectos que tome este último, las medidas pertinentes al resguardo y conservación de los bienes muebles expuestos en la sede del Museo.
Finalmente, ordenó comisionar al Juzgado Ejecutor de Medidas de la Circunscripción Judicial del Area Metropolitana de Caracas, que resulte sorteado para ello; a fin que ejecute el secuestro decretado.
A partir del día en que la FMT quede citada legalmente en el expediente, se abre un plazo de tres (03) díashábiles (de despacho) para ejercer la defensa incidental de oposición a la medida decretada, de modo de procurar revertirla antes que se ejecute. Vencido el lapso antes indicado, se abrirá una articulación probatoria de ocho (08) días hábiles (de despacho) para que las partes comprueben sus defensas u objeciones; y en el día hábil siguiente, se deberá decidir la oposición formulada.

lunes, 11 de julio de 2011

Un venezolano anotado para ir de paseo a la Luna y Marte

La noche del 20 de julio de 1969 estaba en Nueva York mirando la televisión en una habitación del hotel Navarro cuya terraza miraba hacia el Central Park. A las 10:56 tenía lugar "Un pequeño paso para el hombre, un enorme salto para la humanidad".

111 horas antes, a las 9:32 de la mañana del 16 de julio, sentado en la tribuna central distante unos dos kilómetros de la plataforma de lanzamiento del Saturno V, en Cabo Kennedy, Florida, al lado de decenas de periodistas, vi elevarse el cohete transportador del módulo tripulado Eagle, componente de la misión Apollo 11 disparada rumbo a la Luna. Llevando a bordo a los astronautas Neil Armstrong, Edwin E. Aldrin y Michael Collins.

Aquel “pequeño paso” estuvo precedido ocho años antes, por el vuelo Vostok entre 1 al 12 de abril de 1961, con el que Yuri Gagarin conquistó el espacio por primera vez.

El 25 de mayo de 1961, John F. Kennedy, entonces presidente de los Estados Unidos, ante el Congreso que atento escuchó el discurso para abordar las “necesidades urgentes del país”, sorprendió a sus conciudadanos al asomar el esfuerzo que la nación debía hacer con la finalidad de que los hombres pusieran el pie en la Luna antes del final de esa década.

Golpeó a los estadounidenses en 1957 el lanzamiento del primer satélite Sputnik, creación del ingeniero soviético Serguéi Koroliov, prestigioso diseñador de cohetes cuya hija Natasha comenta que "…de haber vivido más tiempo, los rusos hubieran alunizado primero, pero tras su desaparición se decidió invertir más en robótica".

Bien antes de que lo fuera Neil Armstrong, el cosmonauta ruso Alexei Leonov, ya era el primer hombre en realizar un paseo espacial (marzo de 1965).

“Sin Sputnik y Gagarin, nunca hubiera existido el programa Apolo y nunca los soviéticos hubiéramos estado en el espacio" –afirman especialistas de la antigua Unión Soviética. En realidad así fue, pues programas espaciales como Vostok y Apolo fueron los que marcaron la apertura hacia la conquista del espacio, una misión ilimitada de la humanidad acerca de la cual, cuanto se puede afirmar sin temor, es que apenas tiene abierta la entrada.

Sin embargo, Estados Unidos acaba de retirarse -por ahora- de la carrera espacial. En el primer siglo en curso de la carrera espacial, cuya duración exacta ya lleva 41 años, obsequió la llegada a la Luna en 1969 como parte la competencia que nació en el fragor de la Guerra Fría.

Ahora queda solo Rusia en la carrera. Temporalmente la ha ganado pues sin haber conquistado la Luna, se queda con el monopolio de los viajes al espacio y con la superioridad estratégica que esa condición conlleva. China procura acelerar sus pasos pero estamos por ver cuántas sorpresas nos traerá.

La interrupción norteamericana deja abierto un abismo en cuanto a cómo los Estados Unidos retomarán la carrera espacial. Y afecta la fantasía de un viaje de vacaciones a las estrellas.

“El lanzamiento de hoy puede que marque el último vuelo del transbordador, pero nos impulsa a la próxima era de nuestra aventura sin fin en busca de las fronteras de la exploración y los descubrimientos en el espacio”, afirmó el presidente Barak Obama al definir el último vuelo del transbordador de la NASA, no como el fin de una época sino como el inicio de una nueva “era de aventuras sin fin”.

¿Dentro de cuantas décadas podría realizarse el primer viaje turístico al espacio? De niño tuve de cerca a Walter Kamman Wilson. A mediados de los años 50, figuraba quizá en la primera lista de anotados para un viaje al espacio. El formaba parte del grupo de ilusos dispuestos a navegar por el espacio dentro de un cohete, convencidos de que el sueño estaba a la vuelta de la esquina. Por aquel entonces, vivía convencido de que una “era de aventuras sin fin” cuya primera meta era llegar a Marte.

A Kamman, venezolano hijo de alemán y maracucha, le interesó en profundidad la astronomía y su divulgación cuando casi todo lo que ahora sabemos, era desconocido para el hombre. Supuso que su apasionada compenetración como aficionado con cuanto contribuyera al conocimiento en profundidad del espacio sideral, no podía concluir sin verse a sí mismo abordo de las primeras naves espaciales despachadas con pasajeros rumbo a la Luna o Marte. En los años 50 del siglo XX, Kamman suponía que ese sueño lo realizaría antes de ser reclamado por Papá Dios.

Werner VonBraum (Wyrks, actual Polonia, 1912/Alexandria, EE UU, 1977) padre de la cohetería, apenas se acomodaba en las salas u estudios de proyectos secretos de la NASA donde esbozaba los cohetes estadounidenses del futuro, hasta que John Kennedy acabó por darle el impulso final que devino en el vuelo orbital de John Glenn y luego, en la misma década de 1960, en el alunizaje de Neil Armstrong.

Visto que el presidente George Bush resolvió el 2004 poner punto final a los vuelos de los transbordadores espaciales de la NASA, algunos especialistas creen ahora que será Rusia el país que podría avanzar en el desarrollo de la tecnología que permita a los mortales con medios y las condiciones físicas y mentales aconsejables, salir a dar un paseo por el espacio.

Quienes han cubierto para la gran prensa el triste 8 de julio de 2011, término a 30 años de experiencias que deparan a la humanidad legado insospechable apenas cuatro décadas atrás, subrayan la circunstancia de que con todo el enorme poderío económicos, a estas alturas del juego, ya Estados Unidos es incapaz de soportar el peso de un programa como el del transbordador espacial

En tres décadas consumió una cifra superior a 200 mil millones de dólares. A riesgo de quedar a merced de las naves rusas para sus próximas misiones, la NASA se ha visto obligada a buscar otras formas más económicas de continuar su labor.

En Padua, donde se somete a tratamientos médicos delicados, el venezolano Mauro Freschi Furlán, especialista local en el asunto, duda que a corto plazo tomará forma el propósito estadounidense de volver al espacio a partir de 2016 bajo la forma de un nuevo proyecto de financiación privada.

Aunque existen algunos contratos con empresas interesadas en esa aventura, varios expertos pronostican que el primer lanzamiento de una nave pagada por sus viajeros puede retrasarse algunos años más de la fecha prevista.

Privará la investigación sobre hacer turismo por el espacio –cree Freschi. Sin duda –dice- otros cosmonautas de los Estados Unidos se sumarán a la pequeña legión de seres especiales que ya fueron tripulantes de los transbordadores de la NASA o formaron parte del personal destacado en la estación espacial internacional.

La NASA reservó 46 asientos en el Soyuz hasta 2016, por ahora al precio de unos 40 millones de dólares el billete, un regalo si se compara con los 1.500 millones de dólares que ha costado como promedio cada uno de los 135 lanzamientos de transbordadores.

Para comenzar las cifras podrían modificarse abruptamente. Antonio Caño, corresponsal destacado por el diario El País en Washington, apuntó que no obstante el Gobierno ruso garantiza que no utilizará su posición con fines políticos, es obvio que disfruta a partir de ahora de un nuevo instrumento de presión sobre Washington, “Rusia, cumplidora de la ley de la oferta y la demanda, ha elevado sus precios en un 50% en el último año y ha anunciado nuevas subidas a partir del año que viene”.

Los astronautas norteamericanos viajarán a bordo del cohete ruso Soyuz, de tecnología algo más primitiva pero mucho más barato. La NASA cree que los vuelos reservados no son suficientes para cubrir las necesidades actuales y quiere más espacio en la Soyuz, pero necesita antes el visto bueno del Congreso, quien no se muy partidario de ello.

Los astronautas norteamericanos han estado viajando al espacio cuatro o cinco veces al año desde 1981. Los transbordadores han puesto más de 50 satélites en órbita, imprescindibles para las comunicaciones y la seguridad de EE UU.

Unas 25 mil personas quedan sin trabajo por efecto del fin de la carrera espacial en los Estados Unidos. La NASA cuenta en sus seno con venezolanos de cuya suerte laboral poco se sabe, pero podría haber afectados entre quienes laboran directamente para la empequeñecida agencia espacial y decenas de contratistas responsables de miles de asuntos relacionados con los viajes al espacio desde los Estados Unidos.

El Planetario Humboldt, instalado en la Parque del Este hace 50 años, ha recordado en varias sesiones abiertas al público, el viaje de Gagarin. Sin la menor duda que con el debido recogimiento, los valiosos especialistas que trabajan en ese centro de divulgación de la astronomía, también lamentan que Estados Unidos ya estén de retirada de la carrera espacial.

Lástima que la absurda dificultad que atraviesa el Museo del Transporte -en cuya colección figura una réplica auténtica de las cápsulas espaciales Géminis con las cuales efectuaron los primeros vuelos orbitales en los años 60, donación hace cuatro décadas atrás de la Embajada de los Estados Unidos en Venezuela-, impide sumar nuestro concurso institucional en función de estudiantes y público general, a la conmemoración de las cinco décadas del vuelo de Gagarin, exponer la Géminis y resaltar con medios audiovisuales, lo que rusos y estadounidenses han brindado a la humanidad en lo que va del siglo de la era espacial.

En cuanto a la vinculación del Museo del Transporte con el tema, nada más vale recordar que Guillermo José Schael (Caracas, 1919/1989), periodista cofundador del Museo, como periodista, desde muy temprano en la década de 1950, por la prensa se ocupó como nadie de la divulgación popular del tema espacial mediante las páginas de El Universal y el programa televisivo Reportaje Universal, transmitido por Televisa Canal 4 y Radio Caracas TV.

Retengo la visión imperecedera del fogonazo que alumbró la mañana aún perezosa aunque despejada. El destello como de un flash disparado en la base del cohete Saturno disparador de la misión Apolo 11, que marcó el arranque del cohete generador de un estruendo al envolver todo de ruido, fuego, vibraciones y humo, incluso sacudió el alma. En 20 segundos el proyectil ya estaba en vuelo con el módulo lunar sirviéndole de nariz y la estela vaporosa kilométrica tejiendo su nube vertical. Impresiones que habitan entre recuerdos acumulados en 42 años separadores de aquella jornada para el testigo presencial ahora también –vía televisión por cable- del vuelo final del transportador Atlantis, vehículo espacial en lo sucesivo pura y simple pieza de museo.

Alfredo Schael














































Leyendas.

1 Panorámica del despegue en Cabo Kennedy del último vuelo del transportador de la NASA. Tecnología empleada durante 32 años.

2. Cohete Saturno V inicia el vuelo que transportó al primer hombre que pisó la Luna. Julio 16 de 1969.

3 Satélite artificial Sputnik enviado por los soviéticos en 1957.

4. Werner vonBrasum, padre d ela cohetería moderna.

5 .Cohete ruso Soyuz. Viene para diversos usos. En lo sucesivo el instrumento clave para los viajes tanto rusos como estadounidenses.

6. Presentación del programa Reportaje Universal, producido en los primeros de la televisión venezolana durante los años 50 del siglo pasado, por Guillermo José Schael, periodista de El Universal, cofundador del Museo del Transporte. Los viajes a los planetas era una aventura en los sueños de algunos.

7. Credencial extendida al reportero que por El Universal fue testigo del lanzamiento del hombre a la Luna.

8. Cápsula Gemini como la que pertenece a la colección de la Fundación Museo del Transporte.

9. Mauro Freschi, experto venezolano en la carrera espacial.
10. Aproximación final en la península de Florida del transbordador Atlántis. Último vuelo de astronautas estadounidenses patrocinado por la NASA.