Casi podemos asegurar que contadas personas podrán identificar este añejo puente, el cual hace tantos arios ha sobrevivido obstinadamente al cauce de ese río desbordado, a sismos, a cambios en su rudimentaria estructura, al paso de cuanto automotor de un bajo peso, y al contrario de toneladas van y vienen, a la circulación de millones de peatones desde cuando aquella Caracas que se nos fue, contaba con una población aproximada de 300.000 habitantes. Ahora, permanece ese paso con mejores condiciones Ojalá hubiese hoy día alguna viga, clavo o tornillo que nos reviviese ciertas anécdotas en su haber o personas, que ya es mucho pedir. En la gráfica apreciamos a don Ramón Ernesto Albarracín (1906-1980), empleado de confianza en la parte administrativa de nuestra sempiterna y recordada La Electricidad de Caracas de aquellos tiempos idos.
¿Será que don Ramón, está accidentado u observa una de las tantas crecidas de ese, hay veces turbulento y arremetedor río Guaire, causante de tantos desbordamientos?
Analizada la fotografía, lo observamos apoyado entre los hierros del puente, y apoyado a un duro, no muy lujoso Ford DeLuxe 1940, V-8 cy, convertible de dos puertas, llamado por el público jocosamente "cola 'e pato", dos pa' cuatro, el carro de la novia o de la suegra. Su precio en EE.UU. era de $ 850, y su peso era de unos 1.500 Kgs. Las cornetas o bocinas sonaban casi musicalmente en aquellos años treinta o cuarenta. Eran las denominara claxon o de De pera, de largo cuello, las cuales sonaban al comienzo al apretar una especie de pera de goma. Quedan de recuerdo algunas, son de colección y sus placas de aquel entonces: Miranda 1967...
La puerta abierta denota que el tráfico fue escaso, y que un camión actual la enviaría, si la llegase a rozar a decenas de metros, y como decíamos los muchachos: "recojan los vidrios".
Esta fotografía nos ha sido suministrada gentilmente por uno de los hijos de quien fuera el propietario, homónino de su padre. Se trata de don Ramón E. Albarracín L. Fue tomada entre 1949 o 1950. Ahora bién, al fin sabrán el nombre del vetusto pero apreciado puente: se trata, ni más ni menos del Puente Baloa situado en zona petareña, hoy en día, además de vaciado en concreto, es utilizado como indicativo de algunas de las rutas que desde el oeste y centro de Caracas llegan a Petare.
Jorge Ernesto Bello Domínguez
Periodista
Bibliotecario del Museo del Transporte
Esta fotografía nos ha sido suministrada gentilmente por uno de los hijos de quien fuera el propietario, homónino de su padre. Se trata de don Ramón E. Albarracín L. Fue tomada entre 1949 o 1950. Ahora bién, al fin sabrán el nombre del vetusto pero apreciado puente: se trata, ni más ni menos del Puente Baloa situado en zona petareña, hoy en día, además de vaciado en concreto, es utilizado como indicativo de algunas de las rutas que desde el oeste y centro de Caracas llegan a Petare.
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