El Museo del Transporte figura entre estas no obstante los reiterados llamados a que las autoridades competentes asuman sus funciones preventivas y de ataque inteligente y sistemático a males como la presencia se sujetos que hacen vida pública y son instrumentos de cómplices de los hurtos que constante y progresivamente comenten.
Las autoridades de la Fundación Museo del Transporte aseguran haber enviado cartas, establecido contacto personal con funcionarios de la Alcaldía, la Policía Municipal, el puesto permanente en la avenida principal de La Carlota e incluso políticos vinculados a los partidos dominantes en la zona, todo sin efecto de alguna especie.
-Más bien –dijo el director del Museo, Alfredo Schael- el resultado es contrario al efecto que se procura, nada diferente al comportamiento responsable, permanente, resuelto y en concordancia con lo que la ley estipula para el patrimonio nacional protegido por la ley. En términos generales, los días de semana la zona se torna peligrosa para los viandantes. En un encuentro del director de la Policía con vecinos y comerciantes de las urbanizaciones La Carlota, Santa Eduvigis y aledaños, los alrededores del Parque del Este, Sudeban y del complejo deportivo Papa Carrillo, la advertencia fue que el organismo de seguridad cuenta cada vez con menos personal y recursos.
Lo que sí se nota es la presencia de los funcionarios de la policía de tránsito aplicando boletas, tal vez la manera de obtener fondos destinados al Instituto de Policía del Municipio Sucre.
Los lugares que sirven de aposento de individuos catalogados indigentes, madrigueras de personas que también delinquen, pasan inadvertidas aunque son focos de perturbación y remansos para causantes de pérdidas, asaltos a transeúntes o gentes que se suben a los colectivos para robar a los pasajeros amenazados con cuchillos, navajas e incluso armas de fuego.
Los daños irreparables causados al Museo del Transporte así como las pérdidas a empresas ubicadas en la zona, incluyendo dependencias de la Alcaldía del Municipio Sucre, deberían tomarse en cuenta para evitarlas y contrarrestarlas con cooperación eficiente en el combate de la delincuencia, el uso de personas presuntamente deterioradas pero aprovechadas por quienes compran objetos robados, y en fin poner coto a la impunidad en lugar de mirar hacia el otro lado. Es lo que hacen las autoridades de policía y en general los responsables de la seguridad ciudadana como de los bienes públicos o privados: Policía Municipal, Policía Nacional, Guardia Nacional, etcétera.
Instalar una caseta policial debajo del elevado Los Dos Caminos (avenida Miranda) podría contribuir a atenuar el delito en el sector y asegurar mejor el patrimonio del Museo del Transporte. También al sosiego de los viandantes, muchos de ellos atracados. Parte de la infraestructura para el puesto de vigilantes ya existe. Ahogaría el refugio de menesterosos que se prestan para el delito obviamente con compradores de lo que sustraen o roban.
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