domingo, 3 de abril de 2011

El camión del general Fonseca y el viaje de Ottati en 1912

La Carretera Vieja Caracas-LaGuaira como expresión de la desidia venezolana

A pesar de haber sido muy bien reparada en toda su extensión debido a la situación de emergencia creada por el debilitamiento y posterior derrumbe del viaducto número uno de la autopista Caracas-La Guaira, abierta al tráfico el 2 de diciembre de 1953, la vieja carretera enlace de la capital con Maiquetía, La Guaira, balnearios de la costa, terminales petroleras y de cemento vecinas a Catia de La Mar, la planta de Tacoa y ese extendido mundo comercial y residencial –a veces dormitorio de personas que trabajan en Caracas o al revés-se encuentra en su peor forma.

Viene advirtiéndolo el diario El Universal como parte de la bien justificada serie de reportajes donde destaca el estado igualmente deplorable de la autopista propiamente dicha, cada día es menos autopista. Sus laterales son invadidos progresivamente por gente que levanta casuchas como mejor pueden. Cuenta con la mirada indiferente o complaciente de responsables de asegurar vida decente a los invasores de las laterales de tan importante arteria vial como de garantizar la circulación de automotores de manera apropiada.

"En Vargas unos 120.000 varguenses nos trasladamos a diario a Caracas a trabajar o a estudiar. Eso no incluye a los usuarios del Aeropuerto de Maiquetía. Simplemente sería terrible volver a vivir esa crisis de viajes de 5 a 8 horas y más sin contar con una vía alterna digna a la cual poder acudir", comentó Aida Flores, residente en el litoral, a una periodista de El Universal.

Historia de un camino clave

Peor que en sus peores momentos, acerca de la carretera vieja se puede informar que la primera experiencia de tráfico automotor por la carretera Caracas a La Guaira, tuvo lugar el 25 de febrero de 1912 –mismo año en que el piloto Frank Boland demuestra por primera vez un avión en Venezuela-.

Entonces, un vehículo de cuatro toneladas y medio de peso muerto, propiedad del general Raimundo Fonseca, demostró que debido al peso, las pendientes de 10 y 12% hacían imposible avanzar en cualquier de los sentidos pues si el motor se mostraba flojo, los frenos no toleraban la fuerte pendiente.

Fue un viaje penoso de subida durante nueve horas y media, o sea más de dos veces el tiempo empleado a pie. Los 15 galones de bencina consumidos por el vehículo costaban 50 bolívares.

Pero la experiencia del camión del general Fonseca bien valió la pena. Al día siguiente, decretaron construir una nueva vía pues las rectificaciones a la antigua carretera Caracas La Guaira, carecían de sentido ni solucionarían nada.

Fonseca tenía buena amistad con el general Gómez a quien le llevó el cuento de su odisea. Gómez entendió los razonamientos para que el gobierno hiciera algo para que el ferrocarril tuviera competidor y los automóviles que comenzaban a llegar circularan mejor que ahora pueden hacerlo no obstante las insalvables trescientas y tantas curvas y peligrosos barrancos.

Los trabajos comenzaron a partir de la esquina de Camino Nuevo, detrás de Miraflores, bajo la dirección del ingeniero Carlos Monagas. Así sucedió el 1 de agosto de 1912. Hubo que importar maquinarias aunque lo esencial siguió siendo el pico, la pala, la pólvora y la sangre de los obreros que rindieron la vida en sitios como Peña Mora, donde una voladura descontrolada sacrificó decenas de vidas. La vía quedó terminada diez años después: 30 kilómetros con 395 curvas.

Las pautas establecidas para el trazado de la nueva carretera fueron impuestas a escala nacional: no menos de 6 metros de ancho, ancho libre de los puentes: 4,50 metros; radio de curvas, 20 metros. Calzada construida con el sistema Telford-Macadam. Pendiente máxima: 5%. Puentes con resistencia de 480 kilogramos o el peso del roller de 15 toneladas.

Ida por vuelta

Atribuyen con razón a Domingo Ottati el primer viaje de ida y vuelta de Caracas a La Guaira y Macuto en automóvil- Utilizó un Ford Torpedo. Estaban listos casi todos los tramos aquel 25 de abril de 1912. Al efecto, invitó al periodista Rafael Silva (Lino Sutil), quien era uno de los redactores del diario El Universal para que le acompañara y escribiera sus impresiones.

En el viaje invirtieron Ottati y el periodista 2 horas y 15 minutos, «debiendo tomar en cuenta - escribía Silva- que nos detuvimos varias veces en el trayecto para sacar algunas fotografías».

En cien años, varias rectificaciones le fueron hechas a la vieja carretera Caracas-La Guaira siempre para mejorarla. La última, como se anotó, debido a la emergencia surgida de la certeza de que el viaducto número uno acabaría intransitable por lo que la Carretera Vieja tendía de nuevo su cuarto de hora de absoluta vigencia como garantía de tránsito permanente y fluido en ambos sentidos. Fue grato volver a recorrerla y una sorpresa para quienes ni se imaginaban de los parajes por la que atraviesa aún a pesar del poblamiento desordenado en varios sectores. Buena parte de esos trabajos están perdidos no solamente por los derrumbes causados por las intensas lluvias de diciembre de 2010.

Mal nacional

Con absoluta propiedad, el presidente de la República, Ramón J. Velásquez, en su Mensaje al Congreso del 28 de enero de 1994, dijo:

“Las primeras bajas de la insolvencia del Estado han sido los servicios públicos. El deterioro de los servicios tiene muchos años, y las dificultades fiscales han tenido su expresión en ese terreno en primer lugar. Tenemos muchas escuelas y centros de salud deteriorados, tenemos una red de carreteras y autopistas sin mantenimiento adecuado, tenemos un sistema de transporte vasto pero inservible. En la época de la bonanza no hubo mantenimiento conveniente porque todo podía ser sustituido por unas obras y por más dinero. No supimos cultivar una conciencia en esta materia. Para la época de la escasez no se tenía la claridad conceptual que permitía ver en el mantenimiento una forma de preservar los activos de la nación. Muchas se derrumban ante nuestros ojos porque se esperaba sustituirlas por otras cuando debíamos haber aprendido a mantenerlas. Ningún testimonio más autorizado para describir la condición en que recibimos este sector. Pero nuestro deber era enfrentarla y lo hicimos hasta donde pudimos…”




































1.Carretera Caracas-La Guaira hacia 1930. Más de 300 curvas. Pero pavimento bien hechado, barandas y defensa a lo largo de los barrancos. Paisajes de ensueño compitiendo con los del ferrocarril inglés.

2.La autopista en sus primeros años. Fue la primera de su tipo en América del Sur. Tres hermosos viaductos. Dos túneles, uno de más de un kilómetro de largo. Planificada desde mediados de los años 40, estuvo lista en diciembre de 1953. Aquí la vemos al fondo desde uno de los escalofriantes barrancos de la Carretera Vieja.