Poco
soleadas fueron las horas que pasó en Caracas el presidente John F. Kennedy
cuando visitó Venezuela el 16 y 17 de diciembre de 1961.
A las 9,15
de la mañana del 16, aterrizó en Maiquetía el jet Boeing (707) versión VP137A
de la USAF marcado con el número 86970 donde llegó con su esposa Jacqueline Bouvier
en la segunda escala del viaje que los llevó a Puerto Rico la tarde y noche del
día 15.
El 17 a
mediodía prosiguió a Bogotá. Era la quinta salida desde Washington hacia el
exterior del carismático presidente de los Estados Unidos.
Antes de
estar en nuestro país, en junio, había visitado a la Reina Isabel II de
Inglaterra en Londres. En noviembre de 1963, Kennedy fue asesinado en Dallas en
circunstancias que aún generan hipótesis entretejidas. Tenía 47 años de edad.
El avión
utilizado por Kennedy para aquella gira programada para demostrara el interés
de su gobierno en afianzar los vínculos de cooperación con América Latina, era
uno de tres operados en la versión 137A.
Aún no
llevaban el color azul que poco después comenzaría a identificar los
transportes presidenciales igualmente de la marca Boeing.
El que trajo
a Kennedy tenía pintada de color naranja la porción delantera de la cabina
rematada por el cono negro correspondiente al radar.
Tocó la
pista de Maiquetía entrando de Este a Oeste –aproximación sobre el mar poco
frecuente-, giró 180 grados en la cabecera Oeste y retornó recomiendo la pista
en sentido contrario para entrar a la rampa por el Este.
Frente a la
terminal de pasajeros, lleno de gente, banderas y letreros de bienvenida,
estaba dispuesto el ceremonial organizado por el director de protocolo del
ministerio de Relaciones Exteriores, Otto De Sola.
Le
aguardaban al pie de la escalerilla facilitada por Pan American, el presidente
Rómulo Betancourt, su esposa Carmen Valverde, los ministros y el alto mando
militar. Sobrevolaron el aeropuerto varios Sabre F-86F de la FAV.
El general Antonio
Briceño Linares, ministro de la Defensa, comentó sobre la organización de la
visita de Kennedy a Caracas, que vista la experiencia lamentable con la llegada
del vicepresidente Richard Nixon en mayo de 1958, coordinó con el general
Martín Marquez Añez, jefe del Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas,
previsiones extremas en materia de seguridad. Contaron tanto con el apoyo del
Servicio Secreto de la Casa Blanca como del FBI.
Para recibir
a Kennedy en Caracas y el estado Aragua, fue desplegada una vasta movilización
de fuerzas policiales como militares.
Pero
igualmente hubo iniciativas de la sociedad civil. Por ejemplo, el Comité
Femenino Anticomunista de Venezuela, organizó su propio programa de motivación
popular el cual incluyó llamar a todos los abonados registrados en el libreto
telefónico. Cada contacto instó a salir a la calle y gritar “Kennedy Sí” al
paso de la caravana que circularía por las avenidas Sucre, Urdaneta, Andrés
Bello, Libertador rumbo al aeródromo de La Carlota.
La campaña
civil como la convocatoria del gobierno interesado en demostrar la hospitalidad
de la nación, surtieron efecto. Centenares de personas alternaron armados de
sonrisas y bandera con el cinturón de efectivos apostados el 16 desde horas
tempranas a lo largo de las avenidas.
No fue un
día especialmente soleado pero ni lloviznó.
Cerca de las
diez de la mañana la caravana cruzaba la Plaza Pérez Bonalde en Catia de donde
enfiló hacia el Este.
Los
presidentes subieron por la autopista dentro de la limusina Lincoln Continental
fabricada en 1961, alargada, blindada, recubierta por un techo transparente
removible. Llegó a Venezuela abordo de los tres transporte Lockheed Hércules
C130 destinados a ofrecerle soporte logístico y de personal de apoyo a la gira
presidencial.
En el grupo
de invitados especiales llegaron 14 periodistas acreditados por la Casa Blanca
en Washington.
De cerca,
detrás del Lincoln, el automóvil especial para los agentes del Servicio
Secreto, una de las dos limusinas descapotadas marca Cadillac Fleetwood del año
1957 especialmente fabricadas por uno de los famosos carruajeros
estadounidense.
En La
Carlota aguardaban cinco helicópteros marca Sikorsky S58 verde oliva y techo
blanco de la US Marines, preparados para alzar vuelo rumbo al estado Aragua.
A uno de
estos helicópteros subieron los presidentes Kennedy y Betancourt, ayudantes
militares y civiles y el traductor. En otro viajaron las primeras damas
Jackeline Bouvier y Carmen Valverde.
En 20
minutos aterrizaron en el pequeño poblado de El Limón, cerca de Maracay, desde
donde luego de entregar títulos de propiedad de casas recién construidas,
saltaron a La Morita, al sur de Turmero, incipiente asentamiento agrícola, en
donde el presidente Kennedy entregó títulos de propiedad de tierra y se dirigió
a la multitud que estaba en el lugar, al igual que a continuación lo haría pero
en español, Jackeline.
De ahí
volaron hasta los campos de golf del hotel Maracay en cuyas instalaciones
sirvieron el almuerzo.
Alrededor de
las tres y media de la tarde ya estaban de vuelta en La Carlota. A las ya
estaba ofreciéndoles sus saludos al personal de la Embajada de los Estados
Unidos reunidos en la sede diplomática de La Floresta. Estuvo flanqueado por el
embajador Teodoro Moscoso (puertorriqueño) y Allan Steward.
Por la
noche, hubo una velada de gran gala en la residencia presidencial Los Núñez,
situada en la tercera avenida de la urbanización Altamira. Los esposos Kennedy
pasaron la noche en Los Núñez.
-Como a las
siete y media de la mañana caminaba a un costado del edificio Normandie en el
cruce de las avenida Vollmer y Andrés Bello, en la parte baja de San
Bernardino, cuando de pronto, sin esperármelo, comenzó el movimiento de
motocicletas y patrullas en medio de las cuales se acercó el carro donde Kennedy
iba hacia el Panteón Nacional – recuerda el psiquiatra Hernán Pifano.
-Lo que me
impresionó fue que iba en la limusina negra con los vidrios abiertos. Ocupaba
el asiento derecho en el compartimiento trasero del carro. Había otras personas
dentro del automóvil que avanzaba a velocidad moderada por la Andrés Bello en
dirección al centro de Caracas – agregó.
Casualmente
existe el testimonio fotográfico que confirma la referencia del médico
venezolano. Quien lo recogió, captó dos instantes del paso de la caravana casi
desde el mismo ángulo desde donde Pifano vió cruzar la intersección vial.
Lo que
Pifano no supo explicar es que el presidente de los Estados Unidos no estaba en
su propio vehículo hiperblindado Lincoln Continental sino a bordo de una de las
nuevas limusinas Cadillac Fletwood 1961, adquiridas por la presidencia de la
República de Venezuela como reemplazos al par perdidas en el frustrado
magnicidio que tuvo como escenario la avenida de Los Próceres, en junio del año
anterior.
Donde sí
había gente aquella mañana del 17 de diciembre de 1961 fue en los alrededores
del Panteón Nacional, en donde Kennedy depositó una corona de flores ante el
Sarcófago que guarda los restos de Simón Bolívar.
De ahí, pasó
a Miraflores donde se llevó a cabo una entrevista y la firma de documentos que
reflejaban asuntos de interés para ambos gobiernos y la reafirmación de los
lazos de amistad entre los Estados Unidos y Venezuela.
Faltando
pocos minutos para las once de la mañana (hora de Colombia), el jet Boeing
presidencial siglas 86970 se posaba sobre la pista del aeropuerto de
Bogotá.
Leyendas
1. Lincoln Continental traído para traslados terrestres de Kennedy en Caracas. La caravana aguarda a los presidentes a las puertas de la terminal de Maiquetía la mañana del 16 de diciembre de 1961; 2. Detalle de la limusina descapotable fotografiada frente a la Casa Blanc.; 3. Los Kennedy al asomarse a la portezuela del avión presidencial el 16/12/1961; 4. Jackeline y nuestra primera dama Carmen de Betancourt, en La Morita (Aragua) a poco de aterrizar; 5. Al descender del helicóptero presidencial, Kennedy y Betancourt escuchan los himnos nacionales antes de dirigirse a la concentración campesina; 6. Cadillac Fleewood 75 limusina del año 1961 perteneciente a la presidencia de Venezuela, utilizada por Kennedy en Caracas; 7 Perfil de la limusina Cadillac facilitada por Miraflores en la cual el presidente de los Estados Unidos recorrió calles de Caracas con las ventanas abiertas; 8. Cadillac Fleetwoord 1956 para uso de los agentes del Servicio Secreto escoltas del presidente de los Estados Unidos. Eran dos. Una fue traída a Caracas en 1961; 9. Porción delantera del Boeing VP135A de la USAF en el que viajó Kennedy a Venezuela.