Hace 48 años, fuimos testigos de una expedición por el Amazonas que desde Brasil ingresó por el Caño Casiquiare y el Orinoco a Venezuela en 1968. Un grupo británico de veinte personas que patrocinadas por el Felipe de Inglaterra, el NaLional Geographic Magazine, el gobierno de Inglaterra, la Compañía Shell de Venezuela y Brasil, que suministraban el combustible usado por el aerodeslizador Hovercraft, aparato en que se movilizaba el selecto grupo interesado en los caudalosos ríos amazónicos y posibilidades de uso de la novedosa embarcación como medio de usos diversos en los recursos hídricos para la navegación en la zona.
El recorrido de la expedición partió de Caño Manaos, en Brasil, pasó a San Carlos de Rio Negro, donde lo encontramos al cabo del recorrido de 700 millas a una velocidad promedio de 45 millas por hora, y habiendo empleado 17 días.
Posteriormente se dirigieron a San Félix. en el estado Bolívar, lo que significó que cuando los encontramos en territorio venezolano, aun les falta por recorrer unas 800 millas incluyendo el paso los por rápidos al sur de Puerto Ayacucho , tal vez el mayor obstáculos.
Enviados por el diario El Universal, estuvimos en el grupo que en San Carlos de Rio Negro, con funcionarios de la She l de Venezuela encabezados por don José Antonio Iacocipini Zárraga y varios periodistas, fueron trasladados desde Caracas tempano en la mañana, en un avión De Havilland Heron de la Cía. Shell de Venezuela al mando del capitán Ricardo Alfonzo Vaz.
Al terminar la expedición del aerodeslizador Hovercraft SNR6, debía concluir en La Guaira e Higuerote, donde se expondría en exhibiciones comerciales toda vez que se trataba de un producto innovador en auge que daba en sus distintas versiones ya daba muestras de ventajas civiles como militares entre otras el paso del Canal de la Mancha como servicio regular de alta velocidad y cómodo.
Algunos de los integrantes de la expedición era el capitán Grabam Clarke, el copiloto Stuart Sirad, el mecánico John Huyland, M. J. Eden, biógrafo del Bedford College; C. Gorinsky, del etnobotánico del Saint Barts Medical School; D. R. Harris, biógrafo del University College; J. B. Thornes, geomorfólogo del London School of Economics; David Smithery, administrador de la expedición; cinco especialistas de la BBC de Londres, quienes están realizando una película de 50 minutos de duración, a colores y con sonido directo. La expedición diri¬gida por Michael Eden, de 31 años, profesor de geografía en la Universidad de Londres, duró un mes.
Al entrar la nave en territorio venezolano, frente a la Piedra del Cocuy, embarcaron el doc¬tor Ernesto Medina, ecólogo de la Escuela de Biología de la Uni¬versidad Central de Venezuela, el comandante Evelio Colmenares Leal, de Fuerzas Armadas de Cooperación y el capitán Jaco¬bo Yépez Daza, del Ejército venezolano. La expedición, que será diri¬gida por Mr. Michael Eden, de 31 años, profesor de Geografía en la Universidad de Londres, durara un mes y sus hallazgos serán analizados por Varios or¬ganismos universitarios y pues¬tos a disposición de los gobiernos interesados.
El piloto del aerodeslizador era Don Más, de la British Ho¬vercraft Corporation, quien ten¬drá como asistente a Mr. Gra¬ham Clark, de la Hovercraft Ltd., y al Capitán Stuart Syrad, de la Real Infantería de Marina.
A todos ellos se agregaron tres venezolanos; el teniente coronel Colmenares, ingeniero forestal de las FAC; el capitán Yépez, geógrafo de las Fuerzas Armadas, y el doctor Medina, botánico de la UCV.
El propósito principal de la expedición fue una investigación científica de la región sur –además del espacio de Brasil navegado- de Venezuela, incluyendo elementos de sedimentología, para conocer mejor las causas que originan la erosión. También una investigación ecológica, o sea, el efecto o influencia del ambiente sobre los animales y las plantas. Se estudiaba también los cultivos indígenas haciendo énfasis en aquellos que circundan la sabana, y se ensayó un equipo electrónico que permitía obtener información de las formaciones en los lechos de los ríos, a medida que el Hovercraft iba navegando.
Otro tópico que se estudió fueron las condiciones socio económicas y sus leyes, para adaptarlas a la región, sobre todo en lo que se refiere a la casa y pesca, sin restricciones de ninguna índole. Toda esta información de valor académico a largo plazo, y la aplicación de los conocimientos era realizada enteramente por el gobierno venezolano.
En cuanto a las características del Hovercraft, los expedicionarios informaron que se trataba de un vehículo anfibio. Poseía una eslora total de 14,76 metros, y entre sus múltiples cualidades tenía la de ser una embarcación rápida de transporte Aquella versión alcanzaba una velocidad máxima de 56 nudos —dijeron— con carga útil de diez toneladas sobre mar normal.
El combustible usado es para turbinas o kerosén comercial, y tenía una capacidad de 1.205 litros. para un peso de 962 kilogramos.
La cabina poseía cabida para 38 pasajeros sentados, y estaba provista de un equipo operacional nocturno con calefacción y acondicionamiento de aire.
La base de la embarcación es un tanque de flotación de 45 centímetros de profundidad sub-dividido en doce compartimientos estancos, y el sistema de sustentación y propulsión integrada utiliza un solo motor de turbina de gas acoplado a un ventilador centrífugo de sustentación y a una hélice variable.
Por otra parte, el SRN6 estaba provisto de faldas "Westland" que se extendían 1,2 metros por debajo de la estructura sólida, formadas por tejido revestido de caucho sintético, de gran duración y resistente a la abrasión, constituidos de segmentos unidos por bisagras. Además. De seis almohadillas de aterrizaje en la superficie inferior de la sección central, las cuales permiten a la embarcación posarse sobre terreno tosco. El Hovercraft se levantaba creando un vacío entre el fondo del casco propiamente dicho y el agua. Navegaba suspendido sobre una cámara de aire.
Los fabricantes pretendían que el vehículo fuese utilizable también para búsqueda y salvamento, extinción de incendios y usos militares para lo cual efectivamente lo fue en la medida que se desarrolló.
El grupo de venezolanos se incorporó en San Carlos de Río Negro donde llegada y permanencia aquel memorable 16 de junio de 1968 fue motivo de júbilo y complacencia para los navegantes, los habitantes de la zona y quienes fuimos objeto de atenciones quienes a su vez dimos aliento por lo que faltaba por recorrer en aguas venezolanas.
Graham Clarke. En octubre del 2007, el diario The Telegraft rindió homenaje a Graham Clarke, quien había muerto a los 77 años. Se trataba de un ex combatiente en la Guerra de Corea como piloto del Ejército de Aire que luego, en 1968, “puso a prueba un aerodeslizador en el peligroso Negro y Orinoco en América del Sur… la necesidad de atravesar los rápidos traicioneros, lo convirtió en uno de los viajes más difíciles jamás llevadas a cabo por un aerodeslizador”.
El viaje tenía por objeto demostrar que la nave – el aerodeslizador inglés SRN6 debía demostrar a la corporación británica fabricante, que podría viajar con éxito 2.500 millas entre Manaos, en Brasil, y Puerto de España, Trinidad. La ruta de Clarke el río a través del Casiquaire y el Orinoco.
La navegación era por cartas aeronáuticas y un guía local, que también había establecido los puntos de aprovisionamiento de combustible en las paradas programadas con antelación.
Había dos riesgos principales: los rápidos de San Gabriel en el río Negro, y los Maipures y rápidos de Atures, justo por encima de Puerto Ayacucho, en el Orinoco.
Mientras que el primero no representa un problema, los que en el Orinoco requieren un reconocimiento aéreo con el fin de seleccionar un paso a través de unas 40 millas de rápidos. La negociación en las últimas etapas exigieron las habilidades y la experiencia de Clarke, ya que la nave no podía viajar a menos velocidad si era para evitar problemas como el de chocar contra las rocas.
El viaje exitoso fue el tema de un documental de la BBC, El Último Gran Viaje en la Tierra, y de un libro del mismo título por Brian Branston, líder del equipo de la BBC.
Roland Graham Clarke nació el 19 de octubre de 1929 en Carlton, Nottingha, En 1960, Clarke dejó la Marina para ocupar la cría de cerdos en la Isla de Wight, que le mantuvo ocupado durante seis años hasta su problema de espalda hizo necesario un cambio de empleo. Después de conocer a Christopher Bland, uno de los fundadores de Hovertravel, se convirtió en un piloto del aerodeslizador en el servicio de ferry entre el continente y Ryde.
A su regreso de la expedición de la National Geographic Clarke fue "prestado" por Hovertravel al aerodeslizador Corporación Británica para ayudar en la India en sus esfuerzos para controlar el contrabando de oro. Él enseñó a pilotos de la Marina de la India a conducir y navegar el aerodeslizador usad como patrulla.
Fue nombrado director general, y luego un director, de Hovertravel.
Alfredo Schael
Graham Clarke (a la izquierda) al mando del aerodeslizador hovercraft SRN6 |
Escenas tomada en San Carlos de Río Negro, entonces Territorio Federal Amazonas, primer gran contacto con venezolanos luego de entrar desde Brasil por el Río Negro y el Brazo de Casasquiare. |
El aerodesliazador inglés que remontó, al mando del capitán Clark, gran parte del Orinoco hasta Trinidad. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario