Al cabo de ciento tres años de la llegada de las primeras cartas enviadas desde Cayo Hueso a La Habana, el miércoles 16 de marzo de 2016 quedó restablecido el servicio postal directo Estados Unidos-Cuba, interrumpido décadas atrás como parte del boicot impuesto por Washington sumado a la detonación de un explosivo contenido en un paquete postal que con la intención de causar daños, alguien despachó desde Nueva York en 1968.
La tarde de este domingo 20, como parte del lento proceso de deshielo de las relaciones formales e impulso de los intercambios entre los dos países vecinos, el tráfico aéreo adquiere la connotación especial de que el Boeing 747 Air Force One, llevará de la base Andrew de la Fuerza Aérea de Estados Unidos al aeropuerto internacional José Martí, al presidente Barack Obama y su esposa.
No es el primer avión estadounidense que toca suelo cubano en mucho tiempo pero sí la nave de la que en casi 90 años, un presidente de Estados Unidos desembarca para iniciar una visita amistosa.
En la primera carta despachada en Washington por correo regular esta semana con destino a Cuba, Obama escribió a la destinataria, Ileana Yarza dama cubana admiradora del presidente estadounidense: "Estoy deseando visitar La Habana para fomentar esta relación y resaltar nuestros valores compartidos. Y, con suerte, voy a tener tiempo para disfrutar de una taza de café cubano”. “…espero que esta nota -que le llega a través del primer vuelo de correo directo entre Estados Unidos y Cuba- sirva como un recordatorio de un nuevo capítulo brillante en la relación entre nuestras dos naciones" –comentó Obama a Ileana en la misma misiva recibida con la emoción reseñada por la prensa.
Hace tres años fue destacada la conmemoración del centenario del primer vuelo entre Cayo Hueso (Florida) y La Habana, un hito de la aeronáutica que convirtió a Cuba en el primer destino internacional de la aviación estadounidense.
Era el 17 de mayo de 1913 cuando el cubano Domingo Rosillo del Toro pilotó su monoplano desde Cayo Hueso hasta la capital cubana y se aseguró, de esta manera un premio de diez mil dólares por ser el primero en cruzar por aire el Estrecho de Florida.
A sus 34 años, Rosillo recorrió en dos horas y ocho minutos en su monoplano Morane-Saulnier los casi 145 kilómetros que separan Cayo Hueso y la Isla.
Así, estableció un récord mundial tanto de distancia recorrida en avión sobre el mar como de altitud alcanzada. Para festejarlo, Cuba recibió al piloto, de origen español, con un cañonazo disparado desde la fortaleza de El Morro y una gran multitud le atendió como a un héroe.
El aeroplano, con la cabina abierta, pesaba menos de 500 kilos y como sistema de navegación contaba tan solo con una brújula, sin ningún tipo de protección en caso de que el piloto se viera obligado a descender sobre las aguas del Estrecho de Florida.
Rosillo (1878-1957) llevaba en su chaqueta algunas cartas que el alcalde de Cayo Hueso le había entregado, lo que ha hecho que el vuelo también esté considerado como el primero de la historia de la aviación comercial entre las dos naciones.
La relaciones postales entre Cuba-Venezuela-Cuba las inició vía aérea la compañía Pan American Airlines, fundada por Juan Trippe, quien obtuvo la licencia para vuelos de pasajeros, carga y correo entre Cayo Hueso y La Habana, en donde aterrizó el trimotor Fokker empleado después de una hora y diez minutos de vuelo, el 28 de octubre de 1927.
Para entonces Trippe planificaba extender los servicios de Pan American a Centro América, Panamá, Colombia, Venezuela y Trinidad, enlace que con la inclusión de Maracaibo, La Vela de Coro, Puerto Cabello, La Guaira, Guanta y Caripito, consolida a mediados de 1929.
La Habana quedó incorporada a las rutas frecuentes de la Línea Aeropostal Venezolana cuando internacionalizó los servicios con aviones Douglas DC-4 a partir de 1946 y poco después con los Lockheed Constellation. Algunos vuelos a Cuba formaban parte de la escala en la ruta Caracas-Nueva York, al igual que lo hacía Pan American en la década de 1940.
Antes, los anfibios Sikorsky S-38 y S-41, era el equipo en el que Pan American traída o llevaba correo aéreo a Cuba.
Poco tiempo atrás, usuarios del servicio postal venezolana acusaron la imposibilidad de enviar cartas y aero-paquetes a Cuba debido a la suspensión temporal, alegaron funcionarios locales, por falta de pago del acarreo de correspondencia aérea internacional y reorganizaciones internas.
Durante la Colonia, Veracruz (México) y La Habana eran ciudades portuarios clave en el tráfico marítimo entre las colonias hispanoamericanas, España y en general Europa, como lo fueron Santo Domingo y Saint Thomas en tráfico este-oeste y norte-sur. Veracruz como La Habana figuraron en el itinerario de Francisco de Miranda y Simón Bolívar en sus primeros viajes de Caracas (La Guaira) a las capitales del viejo mundo. El paso por Cuba formaba parte de muchas de las travesías entre el Caribe, la península ibérica, los puertos ingleses, de Estados Unidos, norte y sur de Francia,…
El “Cuba” fue de los grandes buques (250 metros de eslora) que en la década de los años veinte y treinta del siglo XX lo empleaba en la ruta oceánica la Cía. Generale Trasatlantique. Como otros paquebotes de la misma naviera, a lo largo de tantísimas décadas, los utilizaron venezolanos y europeos en los viajes transoceánicos, opción única antes de las aeronaves, para vincular continentes y transportar carga y correo además de numerosos pasajeros.
Cuba tuvo un desarrollo ferroviario importante. La colonia española Cuba contó con una vía férrea activa de casi 30 kilómetros a partir de 1837, sistema de transporte que aún no se prestaba en el territorio peninsular, en América apenas se conocía en Estados Unidos y en Europa, funcionaba bien en Inglaterra.
En 1947, el Constellation de LAV bautizado "José Martí" sobrevuela La Habana. |
Curtiss C-46 de la carguera venezolana RANSA averiado al aterrizar de emergencia en Cuba mientras cubría la ruta Miami-Maiquetía. |
El vapor francés Cuba que además de La Habana incluía a La Guaira en sus viajes regulares entre Europa, y América. |
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