domingo, 22 de julio de 2012

El barco que recorre las calles de Güiria

En diversas oportunidades José Teriús ha referido una historia singular para los güireños. La misma no es otra que en 1937, el tanquero venezolano que tenia por nombre el Maturinés, hacía su travesía de Venezuela a los Estados Unidos y es sorprendido por una gigantesca tormenta. Su capitán está abatido por un ataque de asma que le impide ponerse al frente del buque, que extraviado, corre el peligro de zozobrar. Julio Cesar Casas, invoca a la Santísima Virgen del Carmen a quien le promete si los saca con bien, colocar su imagen en la iglesia del primer puerto venezolano donde arriben, y allí, celebrarle su fiesta anual, mientras viva.
Es así, como el capitán Casas adquiere en Nueva York la imagen de la Virgen del Carmen que está en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Güiria. El 16 de julio de 1937, comenzó la tradición de la celebración de las fiestas de la Virgen promovidas por el Capitán Julio Cesar Casas. El Obispo de la Diócesis de Cumaná, Monseñor Sixto Sosa, llegó en la mañana, pero desde la 6:00 a.m. comenzaron las misas rezadas con un programa que decía: “……. desde este día todas las casas por donde pasará la procesión, lucirán banderas blancas i tanto en la Iglesia como en las calles habrá extraordinaria iluminación eléctrica. A las 6 de la mañana empezarán a quemarse fuegos artificiales luminosos i cada media hora se tirarán estrepitosas bombas de tiro de cañón i luminosas las que estallarán en el aire con intervalo de 30 segundos; i éste mismo día los dulces arpegios de una buena orquesta, derrochará sus mágicas notas en conciertos desbordantes de armonías en una velada que habrá por todas las calles por donde pasará la procesión .
El barco de la Virgen. La Virgen ha tenido dos barcos, el primero fue construido en el año 1949 y estaba montado en una especie de plataforma que era cargada por los fieles. El segundo, el que se usa, fue construido en el año 1951, por carpinteros margariteños, especializados en embarcaciones, va montado sobre ruedas e impulsado por los fieles. Después de utilizado, se guarda bajo techo, se le retiran las velas y los demás aparejos que se pone a buen resguardo, para que conservados se vuelvan a utilizar con igual esplendor.
Por su parte, don José Alcides Moreno se ocupó en fecha reciente de ofrecer ciertas precisiones pues él ha sido uno de los marineros del barco de La Virgen a la que Teriús hace alusión y deja verlo  recorriendo las calles de Güiria cada vez que la imagen es sacada del templo según la tradicional festividad de la Santisima Virgen, “en este caso, la advocación del Carmen, que junto a la de la Inmaculada Concepción son veneradas en nuestra city.
Anécdotas sobre el segundo barco. El segundo de los que se construyeron y que se desplaza sobre ruedas empujado por los fieles, tuvo una primera tripulacion que  a mi me toco capitanear y que junto a Lenin  Moreno  de timonel, Raul Alfonso, Socorro Casas,  de marineros, y no estoy seguro, pero creo que Juanchú Casas, también era oficial entre otros que recuerdo, somos los que aparecemos en esa famosa fotografía, que no se si aun existe y que era la portada de los programas que todos los años se repartían para informar a los guireños de la fiesta de cada año, fui Capitán si mal no recuerdo por tres años y  luego al crecer, di paso a otros muchachos que se fueron rotando,  más o menos con el mismo tiempo de duración en el papel.
Recuerdo como si fuera hoy, vernos de camisa y pantalón blanco con corbata negra  y gorra con visera,los oficiales y los marineros, con el tipico uniforme y gorra redonda característica, recuerdo también las órdenes que el capitán Casas me enseñó, "a babor", "a estribor"!! de acuerdo al cruce de la calle que corresponía, derecha o izquierda, también a los que con una vara levantaban los cables de la luz para evitar que el palo mayor se enredara en ellos al paso de la nave, que rodaba majestuosa entre canticos y oraciones de la gente.
 También me acuerdo que Pelón mi hermano, quien fue primero cocinero del barco y luego capitan años despues, junto a Alfredito Foucault, Cecilio Pino y creo que Andres el de Doña Consola entre otros, en uno de esos años, el mismo dia de la procesión, un personaje del pueblo conocido como "Maringá"  lanzo un palo contra alguien con quien peleaba y se lo pego a mi hermano y hubo que suturarle la frente por la herida que el fuerte impacto le produjo, pero sin embargo conmocionado aun no quiso que lo relevaran esa tarde y se uniformo con su parche, por cierto tal vez por el calor y el mismo traumatismo, se  mareo y medio desvanecido tuvimos que bajarlo bajo protesta de el antes que el evento terminara.
Gracias por la nota José –escribió hace poco al recordar sus experiencias , don José Alcides Moreno -. Me sacaste de mi trabajo hoy en la mañana y me montaste de nuevo en el barco de la Virgen, una tarde de julio de los años 50, cuando Güiria, nuestra querida y añorada city del golfo, era una bellisima comunidad de gente buena, amable y cordial, la Güiria de nuestros padres y abuelos, la de nuestra niñez, olorosa a mango dudú y a chigúi chigüe, a flota y a empanada de cazon un domingo en la plaza, la del "gargaro" y " la candelita" en las noches estrelladas y frescas, el pueblo que se nos fue y no nos dimos cuenta.  A veces, cuando logro sumergirme en los recuerdos, sigo corriendo por sus calles, con mis "pichas" sonando en los bolsillos, bailando mi trompo de guayaba "A le cut" o  elevando mi volador detrás de la iglesia, antes de darme una hartada de almendrones en las matas que estaban frente al banco de Venezuela, y agarrar fuerzas para la partida de "socó" que seguramente me esperaba, creo que entonces yo era feliz, diría Serrat”.
Tomado de la sección “Así Somos” de guiria.com.ve





















Por las calles de Güiria, el barco de la Virgen y muy recientes tripulantes.





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