En
diversas oportunidades José Teriús ha referido una historia singular para los
güireños. La misma no es otra que en 1937, el tanquero venezolano que tenia por
nombre el Maturinés, hacía su travesía de Venezuela a los Estados Unidos y es
sorprendido por una gigantesca tormenta. Su capitán está abatido por un ataque
de asma que le impide ponerse al frente del buque, que extraviado, corre el
peligro de zozobrar. Julio Cesar Casas, invoca a la Santísima Virgen del Carmen
a quien le promete si los saca con bien, colocar su imagen en la iglesia del
primer puerto venezolano donde arriben, y allí, celebrarle su fiesta anual,
mientras viva.
Es así,
como el capitán Casas adquiere en Nueva York la imagen de la Virgen del Carmen
que está en la Iglesia de la Inmaculada Concepción de Güiria. El 16 de julio de
1937, comenzó la tradición de la celebración de las fiestas de la Virgen
promovidas por el Capitán Julio Cesar Casas. El Obispo de la Diócesis de
Cumaná, Monseñor Sixto Sosa, llegó en la mañana, pero desde la 6:00 a.m.
comenzaron las misas rezadas con un programa que decía: “……. desde este día
todas las casas por donde pasará la procesión, lucirán banderas blancas i tanto
en la Iglesia como en las calles habrá extraordinaria iluminación eléctrica. A
las 6 de la mañana empezarán a quemarse fuegos artificiales luminosos i cada
media hora se tirarán estrepitosas bombas de tiro de cañón i luminosas las que
estallarán en el aire con intervalo de 30 segundos; i éste mismo día los dulces
arpegios de una buena orquesta, derrochará sus mágicas notas en conciertos
desbordantes de armonías en una velada que habrá por todas las calles por donde
pasará la procesión .
El barco de la Virgen. La
Virgen ha tenido dos barcos, el primero fue construido en el año 1949 y estaba
montado en una especie de plataforma que era cargada por los fieles. El
segundo, el que se usa, fue construido en el año 1951, por carpinteros
margariteños, especializados en embarcaciones, va montado sobre ruedas e
impulsado por los fieles. Después de utilizado, se guarda bajo techo, se le
retiran las velas y los demás aparejos que se pone a buen resguardo, para que
conservados se vuelvan a utilizar con igual esplendor.
Por su
parte, don José Alcides Moreno se ocupó en fecha reciente de ofrecer ciertas
precisiones pues él ha sido uno de los marineros del barco de La Virgen a la
que Teriús hace alusión y deja verlo recorriendo las calles de Güiria cada vez que
la imagen es sacada del templo según la tradicional festividad de la Santisima
Virgen, “en este caso, la advocación del Carmen, que junto a la de la
Inmaculada Concepción son veneradas en nuestra city.
Anécdotas sobre el segundo barco. El
segundo de los que se construyeron y que se desplaza sobre ruedas empujado por
los fieles, tuvo una primera tripulacion que
a mi me toco capitanear y que junto a Lenin Moreno
de timonel, Raul Alfonso, Socorro Casas,
de marineros, y no estoy seguro, pero creo que Juanchú Casas, también
era oficial entre otros que recuerdo, somos los que aparecemos en esa famosa
fotografía, que no se si aun existe y que era la portada de los programas que
todos los años se repartían para informar a los guireños de la fiesta de cada
año, fui Capitán si mal no recuerdo por tres años y luego al crecer, di paso a otros muchachos
que se fueron rotando, más o menos con
el mismo tiempo de duración en el papel.
Recuerdo
como si fuera hoy, vernos de camisa y pantalón blanco con corbata negra y gorra con visera,los oficiales y los
marineros, con el tipico uniforme y gorra redonda característica, recuerdo
también las órdenes que el capitán Casas me enseñó, "a babor",
"a estribor"!! de acuerdo al cruce de la calle que corresponía, derecha
o izquierda, también a los que con una vara levantaban los cables de la luz
para evitar que el palo mayor se enredara en ellos al paso de la nave, que
rodaba majestuosa entre canticos y oraciones de la gente.
También me acuerdo que Pelón mi hermano, quien
fue primero cocinero del barco y luego capitan años despues, junto a Alfredito
Foucault, Cecilio Pino y creo que Andres el de Doña Consola entre otros, en uno
de esos años, el mismo dia de la procesión, un personaje del pueblo conocido
como "Maringá" lanzo un palo
contra alguien con quien peleaba y se lo pego a mi hermano y hubo que suturarle
la frente por la herida que el fuerte impacto le produjo, pero sin embargo
conmocionado aun no quiso que lo relevaran esa tarde y se uniformo con su
parche, por cierto tal vez por el calor y el mismo traumatismo, se mareo y medio desvanecido tuvimos que bajarlo
bajo protesta de el antes que el evento terminara.
Gracias
por la nota José –escribió hace poco al recordar sus experiencias , don José
Alcides Moreno -. Me sacaste de mi trabajo hoy en la mañana y me montaste de
nuevo en el barco de la Virgen, una tarde de julio de los años 50, cuando
Güiria, nuestra querida y añorada city del golfo, era una bellisima comunidad
de gente buena, amable y cordial, la Güiria de nuestros padres y abuelos, la de
nuestra niñez, olorosa a mango dudú y a chigúi chigüe, a flota y a empanada de
cazon un domingo en la plaza, la del "gargaro" y " la
candelita" en las noches estrelladas y frescas, el pueblo que se nos fue y
no nos dimos cuenta. A veces, cuando
logro sumergirme en los recuerdos, sigo corriendo por sus calles, con mis
"pichas" sonando en los bolsillos, bailando mi trompo de guayaba
"A le cut" o elevando mi
volador detrás de la iglesia, antes de darme una hartada de almendrones en las
matas que estaban frente al banco de Venezuela, y agarrar fuerzas para la
partida de "socó" que seguramente me esperaba, creo que entonces yo
era feliz, diría Serrat”.
Tomado
de la sección “Así Somos” de guiria.com.ve
Por las
calles de Güiria, el barco de la Virgen y muy recientes tripulantes.
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