Dí la vuelta y tome rumbo a Bello Monte, me distraje y de repente estaba en Los Chaguaramos.
Pase frente al Tropezón, el tradicional restaurant que está cerca de Las Tres Gracias y es una parada oficial de los universitarios. Allí un sancocho de res con dos arepas costaba 1,50Bs. en 1970. Ese es el restaurant donde asesinan a los dos primeros policías en los años sesenta.
Cruce a la izquierda y pasé frente a un viejo local que en mis tiempos de la UCV era custodiado por un pastor alemán que cada noche me hacia saltar del susto.
Tomé la principal de Los Chaguaramos que mantiene muchísimos de los negocios que estaban en los 70 pero ahora son minoría comparados con los nuevos. En esa urbanización no era normal encontrar negocios en las laterales; sólo en la avenida.
Este viernes 15 de julio de 2011, llegué a la calle Los Abogados donde estuvo la quinta Beatriz, en la cual funcionaba una pensión estudiantil sólo para conocidos de doña Tula de Tablante. Esa calle, como todas las demás de Los Chaguaramos, estaba poblada de quintas de dos plantas y sólo se había permitido la creación de un restaurant y un abasto.
El abasto de la calle Los Abogados sigue allí, Par Ven, y el restautant, Da Nino, también. Están en cuadras continuas. En una de ellas estuvo la quinta Beatriz, que ya no existe al igual que una de las vecinas, espacios en donde existe hay una clínica. El resto de las dos cuadras está atestado de negocios que liquidaron el ambiente familiar de la zona.
Ninguna casa en Los Abogados, al igual que todas las calles de Los Chaguaramos, tenía un muro superior a un metro lo cual, hoy todas si los tienen, de dos y más metros coronados unos con alambre de púas y cerco eléctrico otras.
El restaurant Da Nino tiene al lado un estacionamiento que no existía la ultima vez que estuve allí en 1970. Está siendo atendido por eficientisimas damas. A cargo está el hijo del señor Nino quien cada vez que puede, se da un vuelta por el negocio. El menú costaba 5,ooBs: entrada, principal y postre. Ahora vale cien. Puedes pedir también platos individuales. El espacio es algo mayor. Las mesas tenían manteles de cuadros blancos y rojos. Ahora, sobre un mantel oscuro, un vidrio evita el cambio de mantel. Sólo tenía tres mesas desocupadas. Creo que mantiene idéntico nivel de ocupación comparado con los setenta. Cuando menos a la hora de almuerzo.
Da Nino era el restaurant de muchos empleados de la Creole. La Creole estaba ubicada en el edificio que después ocupó Lagoven, hoy Universidad Bolivariana. La cena registraba menos comensales.
El costo de la pensión de doña Tula era de 300Bs. mensuales lo cual incluía las tres comidas.
El transporte que utilizábamos normalmente eran los autobuses de la Circunvalación No. 4 que pasaba por Los Chaguaramos. El pasaje costaba 0,25Bs., cualquier destino de su ruta.
Asistíamos al Da Nino para cenar una o dos veces al mes coincidiendo con el cobro de la quincena de quienes trabajaban o el envío de la remesa desde el terruño.
Ayer me senté en el Da Nino. Trajeron de inmediato la carta y pedí una Seven Up y pasta con salsa napolitana. Trajeron ruedas de pan de muy buena calidad: fresco, suave, bien horneado. La pasta de la idéntica calidad a la de los setenta. Ofrecieron los postres, manzanas al horno, helados, quesillos,ensalada de frutas, torta de chocolate, etcétera, ofertas rechazadas en contra de mis ganas.
Pedí la cuenta y alcanzó los sesenta mil bolívares de los de antes. De la época del 4,50$ de los tiempos cuando residía en la quinta Beatriz y le compre un automóvil a mi amigo Ángel Luis Pérez, por 1.200Bs., apto para viajar semanalmente a la City, VW y que todavía existe.
De 1970 al 2011 transcurrieron 41 años. Imposible olvidar que en los años cincuenta, el Toronto costaba una locha y que en los setenta se aumentó 100%, a medio. ¿Cuánto vale ahora? Lo ignoro pues mi tío Humberto no me deja comer chocolates. Sin embargo, puedo asegurarles que vista la presencia en todas partes del famoso confite Toronto, sigue siendo tan sabroso como el Da Nino y que ambos ejemplarizan el trabajo constante de muchos sectores del país.
José Teriús
1. No pocos autobuses marca White de la flota perneciente a la línea Los Chaguarmos-Silencio fueron quedados frente a la UCV en 1962.
2. Emblemática sede de Cars en la plaza Las Tres Gracias. Antes de ser distribuidores exclusivos de Toyota, vendían productos GM.
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