En 1953, la revista social del diario caraqueño La Esfera, publicó una de sus entregas semanales dedicada a la fotografía representada en la persona de varios de quienes en aquel momento, en Venezuela, estaban dedicados a ese arte, incluidos reporteros gráficos como el famoso Ramón Medina Villasmil o simplemente Villa.
Como lo refiere la leyenda que acompaña una de sus fotografías, diez años antes (1943), él trabajaba en el mercado de Maracaibo haciendo retratos. En Caracas se hizo estrella. Lució varias décadas en El Nacional como destacadísimo reportero gráfico.
Según la nota inserta en aquel suplemento de La Esfera, por entonces los platillos voladores despertaban enorme interés dado el misterio que rodeaba la aparición de los también conocidos “Objetos Volantes No Identificados” (OVNIS). Alrededor de estos siempre había algo de misterio y especulación (ambos perduran). Entre nosotros, un joven de origen trinitario, Horacio González Ganteaume, empleado de la General Motors en Venezuela, figuró entre quienes se ocupan del tema de los platillos voladores. Publicó un libro que contiene los registros de las apariciones de OVNIS en nuestro país. González Ganteaume tomaba parte en las conversaciones que tenían lugar en el espacio televisivo Reportaje Universal.
Los OVNIS eran noticia en tiempos de la dictadura en parte porque los periodistas se veían en la necesidad de recurrir a la especulación noticiosa. Al amarillismo. A “enanos peludos” que descendían de naves como aquella que habría aterrizado cerca de la Peña Tanguera, el local nocturno situado en Bello Monte, donde se enfrenaron a repartidores de pan que en la madrugada, al transitar por ese sector, fueron sorprendidos por el OVNI atravesado en la calle y los enanitos fuera de la nave en busca de camorra.
La censura oficial obligaba a mirar al lado opuesto de las realidades. A lo opuesto a cuanto pudiese poseer ribetes políticos o a lo que menos deseaba dedicar espacio la prensa para así evitarle castigos crueles a sus editores y reporteros apartados de la verdad oficial filtrada o impuesta por la censura fiscalizadora.
Según refiere aquel suplemento de La Esfera (año 1953), Villa contribuyó a desentrañar el misterio de los platillos voladores, aseveración sin pleno ajuste a la verdad pues por años persistió (aun persiste en algunos) la idea de que tales objetos voladores tal vez provenientes de otros mundos, perduran como motivo de atención y seguimiento sin demasiados avances esclarecedores. Como ejemplo, varias veces a la semana, un canal transmiten fragmentos de una serie de televisión made in USA dedicada a la continua observación de OVNIS y los pareceres de fuentes oficiales y recurrentes observadores de OVNIS en los cielos de todas partes del mundo. Fotografías tomadas del suplemento social del diario caraqueño La Esfera, No. 24.
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