Entre 1910 y 1925, cuando se inauguró la
carretera Trasandina, se construyeron en el país innumerables vías de
comunicación, las cuales facilitaron la comunicación entre la capital y el
resto de la República, siendo precisamente La Trasandina –San Cristóbal-Caracas-.
Venezuela cuenta hoy en día con una envidiable red de autopistas y carreteras
cuya extensión supera los 40 mil kilómetros. En diciembre de 1953 fue abierta
la primera autopista: 17 kilómetros entre Caracas y La Guaira.
El
auge automotriz después de que comenzó la explotación petrolera y pasamos a ser
uno de los tres primeros productores y exportadores mundiales de crudo, lo
desvela que en 1929 llegaron 3.702 automóviles y 2.310 camiones. Al año
siguiente se registraron 2.918 autos y 2.054 camiones, como el año 32, fueron
desembarcados en los muelles 1.261 vehículos para pasajeros o carga.
En una de sus crónicas diarias (Brújula) publicadas en El
Universal, el periodista Guillermo José
Schae (Caracas 1919-1989) escribió que en 1925 había 40 marcas representadas por 27
agentes. 3.325 bolívares costaba el más
económico (Ford) y 45.000 el más costoso (Locomovil). Durante la segunda y
tercera décadas del siglo XX, en varias ciudades del país, el automóvil fue llevado
desarmado a lomo de mula. No había caminos, gasolina, choferes y menos aún
mecánicos.
El historiador Javier González afirma que a partir de ese año de
1925, el automóvil comenzó a ser metástasis en el territorio venezolano,
fundamentalmente en Caracas, donde pasó de 2.500 vehículos de combustión
interna en 1927, a 8.000 en 1937, 10.000 en 1947, 40.000 en 1957, 200.000 en
1967, 500.000 en 1977 y a más de 1.500.000 en el año 2000.
La
primera experiencia de tráfico automotor por la carretera Caracas a La Guaira
tuvo lugar el 25 de febrero de 1912 –hace un siglo, mismo año en que el piloto
Frank Boland demuestra por primera vez un avión en Venezuela- gracias a un
vehículo de cuatro toneladas y medio de peso muerto propiedad del general
Raimundo Fonseca. Demostró que debido al peso, las pendientes de 10 y 12%
hacían imposible avanzar en cualquier de los sentidos pues si el motor se
mostraba flojo, los frenos no toleraban la fuerte pendiente. Fue un viaje
penoso de subida durante nueve horas y media, o sea más de dos veces el tiempo
empleado a pie. Los 15 galones de bencina consumidos por el vehículo costaban
50 bolívares.
Pero la
experiencia del vehículo del general Fonseca bien valió la pena. Al día
siguiente fue decretado construir una nueva vía pues las rectificaciones a la
antigua carretera Caracas La Guaira, carecían de sentido ni solucionarían nada.
Los trabajos comenzaron a partir de la esquina de Camino Nuevo, detrás de
Miraflores, bajo la dirección del ingeniero Carlos Monagas. Eso sucedió el 1 de
agosto de 1912. Hubo que importar maquinarias aunque lo esencial siguió siendo
el pico, la pala, la pólvora y la sangre de los obreros que rindieron la vida
en sitios como Peña Mora, donde una voladura descontrolada sacrificó decenas de
vidas. La vía quedó terminada diez años después: 30 kilómetros con 395 curvas.
Las
pautas establecidas para el trazado de la nueva carretera fueron impuestas a
escala nacional: no menos de 6 metros de ancho, ancho libre de los puentes:
4,50 metros; radio de curvas, 20 metros. Calzada construida con el sistema Telford-Macadam.
Pendiente máxima: 5%. Puentes con resistencia de 480 kilogramos o el peso del
roller de 15 toneladas.
A
mediados de la década de 1930, esta imagen era frecuente en algunos lugares de
la vieja carretera entre Caracas y La Guaira.
Están
desaparecidos, desde que los removieron, los medallones que desde 1953 ocuparon
los pórticos de los túneles Boquerón de la autopista que une a la capital con
el puerto de La Guaira. Se ha indagado sin resultados acerca del paradero de
los cuatro escudos nacionales los cuales sin la menor duda forman parte del patrimonio histórico
asociado a la vialidad de Venezuela. La primera autopista venezolana fue la
Caracas-La Guaira abierta al tráfico en diciembre de 1953.
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