domingo, 1 de enero de 2012

China toma el camino a la Luna


China anunció la última semana de diciembre de 2011 que en menos de cinco años llevará por primera vez un vehículo no tripulado a la superficie de la Luna, su primer paso para que más adelante sus astronautas pisen el satélite y el país siga los pasos de los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en el camino para ser la nueva superpotencia espacial.
El objetivo aparece inscrito en el Libro Blanco sobre las Actividades Espaciales de 2011, documento del gobierno de Pekín en el que establecen también otras metas de la carrera espacial durante el Plan Quinquenal 2011-15.
El programa lunar se centrará en desarrollar con éxito una tecnología de alunizaje suave que más tarde permita llevar a astronautas.
China ya ha conseguido que dos de sus satélites (Chang E I y II) alcancen la órbita lunar. Eso ocurrió en 2007 y 2010 aunque ambos sondas sirvieron para recoger información fotográfica del satélite. Estaban programadas para estrellarse.
También como por noticias del fin de año se sabe que las naves gemelas enviadas por la NASA para estudiar el interior de la Luna, estaban listas para su inserción en la órbita de nuestro satélite. El encendido de los motores lo tenían previsto en Houston para el último día de 2011.
Se trata esta de la misión GRAIL para auscultar la corteza y el núcleo lunar y así discernir su estructura.
La distancia desde la Tierra a la Luna es de aproximadamente 402.336 kilómetros, un trayecto que a las misiones Apolo de la NASA les llevaba cerca de tres días recorrer.
Lanzadas desde Cabo Cañaveral el 10 de septiembre, las naves GRAIL significarán reescribir los libros de texto sobre la evolución de la luna, dijo Maria Zuber, investigadora principal de GRAIL en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
En los Estados Unidos, la carrera espacial china preocupa. Lo mismo que en su día ocurrió con la soviética. Algunos ven con recelo el carácter totalmente militar del programa espacial chino y consideran que puede tener tintes hegemónicos –alegan-.
Pero el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores del país asiático responde a tales sospechas asegurando que China “siempre subraya que su objetivo es hacer un uso pacífico del espacio, y busca cooperar internacionalmente en este campo”..
China lanzó su primer astronauta al espacio en 2003. Desde entonces ha logrado otros hitos, como el primer paseo de uno de sus cosmonautas fuera de la nave (2008) o el primer acoplamiento de dos vehículos, paso clave para su futura estación espacial permanente.
Según los expertos, China aún se encuentra en una fase muy preliminar en lo que a tecnologías espaciales se refiere, comparable a la que EEUU y la Unión Soviética tenían en los años 60.
Durante la Guerra Fría
El Programa Lunar Soviético empezó tardísimo, encima con toda clase de trabas y aún siendo un programa menos ambicioso que el Apolo –consideran los analistas. Por tanto, desde la perspectiva occidental, siempre pareció imposible que la URSS llegara antes.
Como lo comentaba el especialista venezolano y amigo Mauro Freschi Furlan, la muerte del ingeniero Sergéi Pávlovich Korolev (Ucrania, 1906 - Moscú, 1966) fue una autentica puntilla pues era los hombros sobre los cuales descansaba el programa soviético.
Mientras diseñaban el Apollo, la NASA hizo volar entre los años 65-67 a un total de 10 misiones Gemini, los soviéticos sólo el Voskhod 2 de Leonov y el malogrado Soyuz 1 de Komarov.
En plena Guerra Fría, el sueño común era alcanzar la velocidad de escape del planeta Tierra y llegar hasta la Luna orbitando alrededor del Sol: tres logros en uno. Todas las instituciones científicas soviéticas implicadas trabajaban día y noche, 365 días al año.
El primer intento de los soviéticos por alcanzar la Luna se produjo el 2 de enero de 1959, con la intención de estrellar una nave instrumentada contra el satélite natural de la Tierra. Ese lanzamiento, denominado Luna 1, falló por casi seis mil kilómetros; pero fue el primer navío humano en alcanzar la velocidad necesaria para escapar de la gravedad terrestre y también el primero en orbitar el Sol.
Estados Unidos estaban enfocados y esforzados en llegar de primeros. Wernher Magnus Maximilian, Freiherr von Braun (Alemania, 1912 – Washington, 1977) y su equipo comenzaron a diseñar el Saturno V en 1961 y para 1964 ya era un cohete efectivo. En 1966 ya era capaz de volar, todo un record para una maquina tan compleja y única en ese momento.

John F. Kennedy había ofrecido el impulso suficiente para que su país lograse superar con creces lo que ya los soviéticos lograron con el Sputnik y la perrita callejera Laika orbitando alrededor de la Tierra.
Estados Unidos sacó el Gemini gracias al cual los estadounidenses adquirieron una experiencia muy grande en maniobras y acoplamientos orbitales, entrenaron muchos astronautas y acumularon horas de vuelo. Ahí fue donde o cuando los soviéticos prácticamente perdieron la Luna.
El primer viaje con aterrizaje tripulado sobre la superficie lunar ocurrió el 16 de julio de 1969. La misión Apolo 11. El honor de aquel primer pequeño gran salto fue el comandante fue Neil Armstrong.
El Apolo 17 fue enviado al espacio el 7 de diciembre de 1972 por un cohete Saturno V, desde el complejo de Cabo Kennedy. El mismo tipo de cohete encargado de enviar a los últimos astronautas hacia la Luna. Fue la sexta y última misión de alunizaje que se desarrolló sin grandes incidentes. Fue el primer vuelo tripulado que despegó de noche.
Es recordada como una misión eminentemente de exploración geológica en la cual se batieron varios récord: permanencia más prolongada en la Luna con un total de casi 75 horas; período más largo en la superficie lunar sin interrupción (7 horas y 37 minutos), así como máximo tiempo de exploración con 22 horas y 5 minutos” Se recogieron 110 kilogramos de muestras de rocas lunares.
La tripulación del Apolo 17 estaba al mando del comandante y veterano de la misión Gemini 9 y Apolo 10, Eugene A. Cernan, el último ser humano que, por ahora, pisó la superficie de la Luna en los Montes Taurus, junto al Cráter Littrow, en la frontera entre el Mare Tranquillitatis y el Mare Serenitatis.
Las naves Soyuz TMA que en la actualidad emplean los rusos son lanzadas al espacio orbital desde el Cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, mediante uno de los cohetes más confiables en operaciones, el Soyuz, derivados de la familia de cohetes rusos R-7.
    Esas naves Soyuz de hoy en día son por mucho más más avanzadas que las primeras versiones, principalmente en sistemas de guía, capacidades de acoplamiento y de permanencia en el espacio. Utilizan kerosene como combustible. Las emplean para subir personal y carga a la Estación Espacial Internacional.
¿Tiene China con qué?
De la lectura de varios autores que dominan el tema, particularmente cuáles son vehículos espaciales disponibles, se desprende la imposibilidad de que sea tan pronto como mañana cuando los hábiles, hacendosos y ricos chinos lleguen a la Luna.
Sin embargo, en el amanecer de este 2012 estamos ante la determinación política de China: su Consejo de Estado insiste en que la exploración espacial es una importante parte de la estrategia general de desarrollo de la nación para el lustro 2011-15, en el que China busca seguir ascendiendo en su camino a ser un país desarrollado, con la innovación tecnológica como prioridad.
Washington ha dicho que para proseguir con sus planes espaciales, evalúa alquilar espacio en naves rusas o compartirlas. Incluso la NASA cree poder realizar una misión tripulada con cuatro lanzamientos del cohete Larga Marcha CZ-5.
El CZ-5 es un nuevo cohete chino con capacidad para colocar en órbita baja hasta 25 toneladas. Debe entrar en servicio antes de 2015. La NASA consideraba viable una misión usando este lanzador adicional a una nave tripulada Shenzhou, un módulo lunar y dos etapas para escapar de la órbita terrestre.
El especialista Daniel Marin (Eureka, blog: http://danielmarin.blogspot.com) expone en trabajo dedicado a la cosmonáutica china del presente, que duda la existencia de los medios para que el gigante asiático alcance, ahora mismo, el objetivo de la Luna.
“No obstante –aclara-, no debemos minusvalorar los logros chinos. No en vano, ahora mismo es junto a Rusia la única nación del planeta Tierra capaz de poner un hombre en el espacio por sus propios medios, que no es poco. Por otro lado, a China le sería relativamente fácil -más que a Rusia- llevar a cabo un sobrevuelo lunar con una Shenzhou a lo Zond/L1 usando un par de lanzamientos del CZ-5. El impacto mediático de una misión de este tipo sería sorprendente y quizás ayudase a alegrar un poco el aletargado panorama espacial internacional. Esperemos que se animen”.
Apunta el mismo autor so siguiente: Hasta 2020, varias tripulaciones visitarán de forma intermitente los sucesivos Tiangong usando naves Shenzhou. En 2020 se lanzará mediante un CZ-5 el núcleo de la "Mir china", una estación de 20 toneladas.
En la próxima década, varios módulos especializados se irán acoplando a este núcleo hasta alcanzar una masa final superior a las 60 toneladas. Además de las Shenzhou, la estación recibirá suministros mediante naves de carga automáticas derivadas de los Tiangong, el equivalente de las Progress (más bien Progress M2) chinas”.
¿Podrá contribuir en algo el petróleo venezolano recibido en China? La pregunta queda al aire.


Leyendas

1. Despegue en diciembre de 2011 de uno de los cohetes chinos en prueba para enviar hombres a la Luna. 2. Cohete ruso Soyuz en uso en la actualidad con pocas variantes externas respecto a los primeros modelos. 3. Cohete Saturno empleado por los Estados Unidos en sus pasos ahora paralizados tras la conquista espacial.















1 comentario:

  1. En 1969, exactamente julio, por la televisión y la radio, se escuchó decir: "Houston, aquí Base Tranquilidad, el Águila ha alunizado". Era 20 de julio. Millones de personas en el mundo entero asistieron por televisión a la insólita llegada del hombre a la Luna.
    El Apolo 11 fue la cuarta misión de vuelos espaciales tripulados, y durante dos horas después del alunizaje los astronautas integrantes de la misión procedieron a la recolección de muestras de suelo, tomaron múltiples fotografías, e instalaron el instrumental que permitiría el posterior monitoreo del comportamiento del satélite. Tal y como estaba previsto, los tripulantes regresaron a la Tierra ocho días después. La prensa de la época comentó que la famosa frase de Armstrong: "Este es un pequeño paso para el hombre; un salto gigantesco para la Humanidad", se le ocurrió al astronauta poco antes de su descenso de la nave. Emocionó tanto como saber en octubre de 1957 que los soviéticos habían lanzado su satélite Sputnik casi al finalizar el Año Geo Físico Internacional. ¿Está ahora la humanidad tan atenta a 100 exploraciones a las Luna y todas las órbitas completadas por los transbordadores estadounidenses antes que la NAS suspendiera los viajes de circunnavegación?

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