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viernes, 5 de agosto de 2016

LÍNEA DE VAPORES DE JUAN JOSÉ BRECA.

La investigadora, historiadora y escritora Mirla Alcibíades ofrece en su columna del diario El Nacional correspondiente al 1/7/2016, una interesante referencia relativa al desarrollo a partir de 1877 de los servicios de cabotaje marítimo entre La Guaira y Barcelona (estado Anzoátegui) con toques en puertos intermedios. La noticia procede de sus investigaciones acerca de un comerciante que entreteje su vida con otras actividades incluidas varias de corte cultural que dan nombre y sentido a la crónica con la cual deleita e informa Alcibíades de los desempeños de J. J. Breca. Algunas de las consideraciones sobre el también empresario náutico las copiamos del referido artículo de prensa:
“En sus versos, crónicas, ensayos y artículos de prensa, siempre firmaba así: J. J. Breca. No sé por qué silenciaba sus nombres de bautismo. No había razones porque, en realidad, en su tiempo se sabía que se llamaba Juan José. Probablemente por ser identificado de todos no consideró necesario apuntar lo que se daba por obvio.
De paso a otro asunto, había nacido en La Guaira en 1835. En esa población murió en 1908. Tuvo una vida rica en experiencias productivas. Quienes revisamos prensa, libros, hojas sueltas, manuscritos y libros del siglo lo encontramos con regularidad.
Con frecuencia había visto publicados sus versos y prosas en periódicos y revistas. Esas producciones se volcaron al registro de las costumbres de su tiempo. Gracias a esos materiales, en el presente sabemos cuáles eran los códigos amorosos de esas décadas, cómo era una velada gastronómica tanto en casa como en los restaurantes de las ciudades que visitaba. En esas líneas nos cuenta de qué manera se conmemoraban las fiestas religiosas o las diversiones profanas. En suma, se volcó a ofrecer un registro puntual de su tiempo.
También escribió piezas de teatro. De hecho, varias de ellas vio representar con pleno apoyo de público. Por ejemplo, en junio de 1878, en el teatro de su ciudad natal, se representó Poder de un relicario. Una de las actrices que llevó a las tablas esta oferta del venezolano fue nuestra conocida Adela Robreño (quienes siguen esta columna con regularidad, recordarán que escribí sobre ella hace algún tiempo)*.
Dicho lo anterior, nos ha quedado claro lo referido al mérito literario del autor. No sucede lo mismo con la noticia que habla de su condición de comerciante. De este quehacer sabemos poco. ¿A qué tipo de actividad de esta naturaleza se dedicaba este guaireño? ¿Cuál era su medio de subsistencia?
Admito que no conozco las actividades comerciales de Juan José Breca. Sí he podido identificar un ejercicio productivo de importante repercusión nacional que le correspondió adelantar. Un diario caraqueño anunciaba en 1877 la celebración de un contrato entre el Gobierno y Juan José Breca, "para la instalación de un vapor entre La Guaira, Río Chico, Barcelona y puertos intermedios".
La nueva línea de vapores cumplía el referido circuito en periodicidad semanal. Desde luego, los elogios que se prodigaron al nuevo empresario no escasearon. En algún momento me he preguntado si los vapores que cubrían la ruta, fueron adquiridos en Estados Unidos. La pregunta tiene razón de ser porque, en 1873, Breca se encontraba en Nueva York.
En esa ciudad escribió algunos textos en inglés y francés. No sé si los publicó en aquella ciudad, pero lo cierto es que los reunió en su más que apreciable volumen Páginas guaireñas. Ese material compiló sus producciones desde la década de 1850 y fue impreso en Caracas, en 1884.
También fundó en esa misma ciudad un periódico de corte humorístico que llamó El Punch. Lo hizo público en 1890. El título lo tomó de su homónimo londinense, pero los contenidos fueron nacionales.
No obstante, las noticias sobre Juan José Breca que he reseñado dicen poco sobre su relación con el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Para conocer sus puntos de vista al respecto (nada amigables con el autócrata, por cierto), hay que acudir a sus manuscritos y libretas de recortes de prensa. Esos materiales se resguardan en la Sala de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca.
Quienes admiran sin restricciones la labor de gobierno guzmancista, deberían pasearse por esas páginas. Les aseguro que, una vez leídas, su valoración inicial se habrá tornado en contra.
(alcibiadesmirla@hotmail.com).


Juan José Breca La Guayra 1835 - Caracas 1906

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