China
anunció la última semana de diciembre de 2011 que en menos de cinco años
llevará por primera vez un vehículo no tripulado a la superficie de la Luna, su
primer paso para que más adelante sus astronautas pisen el satélite y el país
siga los pasos de los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética en el camino
para ser la nueva superpotencia espacial.
El
objetivo aparece inscrito en el Libro Blanco sobre las Actividades Espaciales
de 2011, documento del gobierno de Pekín en el que establecen también otras
metas de la carrera espacial durante el Plan Quinquenal 2011-15.
El
programa lunar se centrará en desarrollar con éxito una tecnología de alunizaje
suave que más tarde permita llevar a astronautas.
China ya ha conseguido que dos de sus satélites
(Chang E I y II) alcancen la órbita lunar. Eso ocurrió en 2007 y 2010 aunque
ambos sondas sirvieron para recoger información fotográfica del satélite. Estaban
programadas para estrellarse.
También como por noticias del fin de año se sabe
que las naves
gemelas enviadas por la NASA para estudiar el interior de la Luna, estaban
listas para su inserción en la órbita de nuestro satélite. El encendido de los motores
lo tenían previsto en Houston para el último día de 2011.
Se trata
esta de la misión GRAIL para
auscultar la corteza y
el núcleo lunar y así discernir su estructura.
La distancia desde la
Tierra a la Luna es de aproximadamente 402.336 kilómetros, un trayecto que a
las misiones Apolo de la NASA les llevaba cerca de tres días recorrer.
Lanzadas desde Cabo
Cañaveral el 10 de septiembre,
las naves GRAIL significarán reescribir los libros de texto sobre la evolución
de la luna, dijo Maria Zuber, investigadora principal de GRAIL en el Instituto
de Tecnología de Massachusetts (MIT).
En los Estados Unidos, la carrera espacial china preocupa. Lo mismo que en
su día ocurrió con la soviética. Algunos
ven con recelo el carácter totalmente militar del programa espacial chino y
consideran que puede tener tintes hegemónicos –alegan-.
Pero el portavoz del ministerio
de Asuntos Exteriores del país asiático responde a tales sospechas asegurando
que China “siempre subraya que su objetivo es hacer un uso pacífico del
espacio, y busca cooperar internacionalmente en este campo”..
China
lanzó su primer astronauta al espacio en 2003. Desde entonces ha logrado otros
hitos, como el primer paseo de uno de sus cosmonautas fuera de la nave (2008) o
el primer acoplamiento de dos vehículos, paso clave para su futura estación
espacial permanente.
Según
los expertos, China aún se encuentra en una fase muy preliminar en lo que a
tecnologías espaciales se refiere, comparable a la que EEUU y la Unión
Soviética tenían en los años 60.
Durante la Guerra Fría
El
Programa Lunar Soviético empezó tardísimo, encima con toda clase de trabas y
aún siendo un programa menos ambicioso que el Apolo –consideran los analistas.
Por tanto, desde la perspectiva occidental, siempre pareció imposible que la
URSS llegara antes.
Como
lo comentaba el especialista venezolano y amigo Mauro Freschi Furlan, la muerte
del ingeniero Sergéi Pávlovich Korolev (Ucrania, 1906 - Moscú, 1966) fue una autentica puntilla pues era los
hombros sobre los cuales descansaba el programa soviético.
Mientras
diseñaban el Apollo, la NASA hizo volar entre los años 65-67 a un total de 10
misiones Gemini, los soviéticos sólo el Voskhod 2 de Leonov y el malogrado
Soyuz 1 de Komarov.
En
plena Guerra Fría, el sueño
común era alcanzar la velocidad de escape del planeta Tierra y llegar hasta la Luna
orbitando alrededor del Sol: tres logros en uno. Todas las instituciones
científicas soviéticas implicadas trabajaban día y noche, 365 días al año.
El primer intento de
los soviéticos por alcanzar la Luna se produjo el 2 de enero de 1959, con la
intención de estrellar una nave instrumentada contra el satélite natural de la
Tierra. Ese lanzamiento, denominado Luna 1, falló por casi seis mil kilómetros;
pero fue el primer navío humano en alcanzar la velocidad necesaria para escapar
de la gravedad terrestre y también el primero en orbitar el Sol.
Estados
Unidos estaban enfocados y esforzados en llegar de primeros. Wernher Magnus Maximilian, Freiherr von Braun (Alemania, 1912 –
Washington, 1977) y su equipo comenzaron
a diseñar el Saturno V en 1961 y para 1964 ya era un cohete efectivo. En 1966
ya era capaz de volar, todo un record para una maquina tan compleja y única en
ese momento.
John
F. Kennedy había ofrecido el impulso suficiente para que su país lograse
superar con creces lo que ya los soviéticos lograron con el Sputnik y la
perrita callejera Laika orbitando alrededor de la Tierra.
Estados Unidos sacó el
Gemini gracias al cual los estadounidenses adquirieron una experiencia muy
grande en maniobras y acoplamientos orbitales, entrenaron muchos astronautas y
acumularon horas de vuelo. Ahí fue donde o cuando los soviéticos prácticamente
perdieron la Luna.
El primer viaje con
aterrizaje tripulado sobre la superficie lunar ocurrió el 16 de julio de 1969. La misión Apolo 11.
El honor de aquel primer pequeño gran salto fue el comandante fue Neil
Armstrong.
El Apolo 17 fue enviado al espacio
el 7 de diciembre de 1972 por un cohete Saturno V, desde el complejo de Cabo
Kennedy. El mismo tipo de cohete encargado de enviar a los últimos astronautas
hacia la Luna. Fue la sexta y última misión de alunizaje que se desarrolló sin
grandes incidentes. Fue el primer vuelo tripulado que despegó de noche.
Es recordada
como una
misión eminentemente
de exploración geológica en la cual se batieron varios récord: permanencia más
prolongada en la Luna con un total de
casi 75 horas; período más largo en la superficie lunar sin interrupción (7
horas y 37 minutos), así como máximo tiempo de exploración con 22 horas y 5
minutos” Se recogieron 110 kilogramos de muestras de rocas lunares.
La
tripulación del Apolo 17 estaba al mando del comandante y veterano de la misión
Gemini 9 y Apolo 10, Eugene A. Cernan, el último ser humano que, por ahora,
pisó la superficie de la Luna en los Montes Taurus, junto al Cráter Littrow, en
la frontera entre el Mare Tranquillitatis y el Mare Serenitatis.
Las naves Soyuz TMA que
en la actualidad emplean los rusos son lanzadas al espacio orbital desde el Cosmódromo
de Baikonur en Kazajstán, mediante uno de los cohetes más confiables en
operaciones, el Soyuz, derivados de la familia de cohetes rusos R-7.
Esas
naves Soyuz de hoy en día son por mucho más más avanzadas que las primeras
versiones, principalmente en sistemas de guía, capacidades de acoplamiento y de
permanencia en el espacio. Utilizan
kerosene como combustible. Las emplean para subir personal y carga a la
Estación Espacial Internacional.
¿Tiene China con qué?
De la lectura de
varios autores que dominan el tema, particularmente cuáles son vehículos
espaciales disponibles, se desprende la imposibilidad de que sea tan pronto
como mañana cuando los hábiles, hacendosos y ricos chinos lleguen a la Luna.
Sin embargo, en el
amanecer de este 2012 estamos ante la determinación política de China: su
Consejo de Estado insiste en que la exploración espacial es una importante
parte de la estrategia general de desarrollo de la nación para el lustro
2011-15, en el que China busca seguir ascendiendo en su camino a ser un país
desarrollado, con la innovación tecnológica como prioridad.
Washington ha dicho
que para proseguir con sus planes espaciales, evalúa alquilar espacio en naves
rusas o compartirlas. Incluso la NASA cree poder realizar una misión tripulada con cuatro
lanzamientos del cohete Larga Marcha CZ-5.
El CZ-5 es un nuevo
cohete chino con capacidad para colocar en órbita baja hasta 25 toneladas. Debe
entrar en servicio antes de 2015. La NASA consideraba viable una misión usando
este lanzador adicional a una nave tripulada Shenzhou, un módulo lunar y dos
etapas para escapar de la órbita terrestre.
El especialista Daniel
Marin (Eureka, blog: http://danielmarin.blogspot.com) expone en trabajo dedicado a la
cosmonáutica china del presente, que duda la existencia de los medios para que
el gigante asiático alcance, ahora mismo, el objetivo de la Luna.
“No obstante –aclara-, no
debemos minusvalorar los logros chinos. No en vano, ahora mismo es junto a
Rusia la única nación del planeta Tierra capaz de poner un hombre en el espacio
por sus propios medios, que no es poco. Por otro lado, a China le sería relativamente
fácil -más que a Rusia- llevar a cabo un sobrevuelo lunar con una Shenzhou a lo
Zond/L1 usando un par de lanzamientos del CZ-5. El impacto mediático de una
misión de este tipo sería sorprendente y quizás ayudase a alegrar un poco el
aletargado panorama espacial internacional. Esperemos que se animen”.
Apunta el mismo autor so
siguiente: Hasta 2020, varias tripulaciones visitarán de forma intermitente los
sucesivos Tiangong usando naves Shenzhou. En 2020 se lanzará mediante un CZ-5
el núcleo de la "Mir china", una estación de 20 toneladas.
En la próxima década,
varios módulos especializados se irán acoplando a este núcleo hasta alcanzar
una masa final superior a las 60 toneladas. Además de las Shenzhou, la estación
recibirá suministros mediante naves de carga automáticas derivadas de los
Tiangong, el equivalente de las Progress (más bien Progress M2) chinas”.
¿Podrá contribuir en
algo el petróleo venezolano recibido en China? La pregunta queda al aire.
Leyendas
1. Despegue en diciembre de 2011 de uno de los
cohetes chinos en prueba para enviar hombres a la Luna. 2. Cohete ruso Soyuz en
uso en la actualidad con pocas variantes externas respecto a los primeros
modelos. 3. Cohete Saturno empleado por los Estados Unidos en sus pasos ahora
paralizados tras la conquista espacial.
En 1969, exactamente julio, por la televisión y la radio, se escuchó decir: "Houston, aquí Base Tranquilidad, el Águila ha alunizado". Era 20 de julio. Millones de personas en el mundo entero asistieron por televisión a la insólita llegada del hombre a la Luna.
ResponderEliminarEl Apolo 11 fue la cuarta misión de vuelos espaciales tripulados, y durante dos horas después del alunizaje los astronautas integrantes de la misión procedieron a la recolección de muestras de suelo, tomaron múltiples fotografías, e instalaron el instrumental que permitiría el posterior monitoreo del comportamiento del satélite. Tal y como estaba previsto, los tripulantes regresaron a la Tierra ocho días después. La prensa de la época comentó que la famosa frase de Armstrong: "Este es un pequeño paso para el hombre; un salto gigantesco para la Humanidad", se le ocurrió al astronauta poco antes de su descenso de la nave. Emocionó tanto como saber en octubre de 1957 que los soviéticos habían lanzado su satélite Sputnik casi al finalizar el Año Geo Físico Internacional. ¿Está ahora la humanidad tan atenta a 100 exploraciones a las Luna y todas las órbitas completadas por los transbordadores estadounidenses antes que la NAS suspendiera los viajes de circunnavegación?