Cuando se enteró que yo soy de Güiria me dijo: “¿Así que usted es de Güiria? Ese es un pueblo encantador donde además se producen el aguacate y el pargo más sabrosos del mundo”.
Le pregunte, ¿Cómo lo sabe usted? “Ah, porque cuando yo era piloto, viajaba mucho a Güiria en los vuelos regulares de la compañía. Normalmente llegaba en el vuelo que aterrizaba a las cuatro de la tarde, inmediatamente que me bajaba del avión iba al Hotel Falcón donde dormíamos y me iba a la hermosísima playa. Estábamos allí hasta que la luna empezaba a nacer del mar hacia arriba. El avión despegaba a las seis de la mañana y veíamos nacer el sol del mar hacia arriba. Es una belleza”.
La conversación anterior la tuve con Henry Lord Boulton Núñez en el momento que ya no actuaba como piloto porque era el Presidente de Aerovías Venezolanas, S.A. (Avensa) y la empresa en el estado Sucre sólo operaba en Cumana y Carúpano.
En la oportunidad que se me presentó de conversar con el ingeniero agrícola Maximiano Figueroa, profesor de la facultad de agronomía de la Universidad Central de Venezuela, le pregunté cómo él producía los aguacates de tanta calidad que cosechaba y vendía en Maracay.
Su primera respuesta fue: “¿Te acuerdas la cantidad de veces que me has acompañado a las distintas haciendas en Güiria? ¿Te acuerdas de la cantidad de procesos que hice para traerme e injertar aquí, las matas de aguacate de allá?”. -¡Claro que me acuerdo! –respondí.
“Pues esos -dijo- son los aguacates que cultivo aquí, no por semilla sino por injerto y todo eso en base a que el mejor aguacate del mundo se produce desde la punta de la Península de Paria, atravesándola hacia el oeste hasta la bajada vía Yaguaraparo a los límites de Monagas. Comprobadamente, por razones de ambiente y la especial calidad de la tierra de ese sector, genera el máximo nivel de calidad y es el aguacate que supera a todos en el resto del mundo”.
En otra ocasión, conversando con Nilo Parra, quien durante años nutrió con pescados de Güiria y Soro a los restaurantes del más alto nivel en Caracas, se me ocurrió preguntarle sobre los pargos pescados en Güiria. Inmediatamente afirmó: “¿El pargo de Güiria? Ese es el mejor que se pesca en Venezuela".
-Nilo, ¿cuál será la causa de eso? Sin vacilar dijo: “…porque desde Güiria hacia el sur, se alimentan con camarones y eso genera un sabor totalmente distinto a los que existen en el resto de Venezuela”.
En los años 80, el Congreso Nacional le pidió a Henry Boulton que Avensa volara diariamente a Tucupita para conectar ese extremo del país con el resto del país a lo cual respondió que no tendría inconveniente añadiéndole escalas de Maiquetía a Margarita y Güiria para así enlazarla con más poblaciones. A la pregunta ¿Cuándo puede hacerlo?, contestó: “Mañana si me dan la autorización”. Tramítela -respondieron los parlamentarios. Cuente con nosotros de respaldo -agregaron. El permiso tardó un tiempo largo hasta que el presidente Luis Herrera Campins, a petición directa de cientos de ciudadanos además de escuchar personalmente la información suministrada por Carlos Rojas Garmendia de que la petición no requería de ningún aporte gubernamental puesto que la empresa jamás lo solicitaba, ordenó proceder de inmediato a autorizar el comienzo de los vuelos.
Antes de iniciar los viajes, el presidente de Avensa acompañado por el capitán Augusto Capriles, vicepresidente de operaciones, Eduardo Sayegh, vicepresidente de tráfico y ventas, Richard Boulton y quien les narra aquellos hechos, nos reunimos con las autoridades del aeropuerto de Tucupita. Después fuimos a Güiria donde se contrató al gerente para las operaciones, recorrimos el pueblo espacio por espacio. El señor Boulton se acordaba de todo. Se dio cuenta de que no existía el Hotel Falcón.
La operación diaria comenzó con aviones Convair Allison 580, rápidos, capacidad para 52 pasajeros. Luego la compañía introdujo los jet de 99 puestos. Boulton estuvo en ambas inauguraciones acompañado de invitados. Los recibía la Orquesta Sinfónica Juvenil de Güiria, autoridades municipales y cientos de güireños. La única petición que hizo fue que Rafael González aceptase ser contratado por los encargados del comedor del personal de la empresa en Caracas para el envío semanal por avión de una cava llena de pargos, siempre acompañados por la factura correspondiente.
Carlos Teriús, enterado del enorme gusto por los aguacates de Güiria, cada temporada enviaba a Henry Lord Boulton varios escogidos en Guarama, Río Salado y Norte de Paria. Cada envío era recibido con intenso placer; guardaba varios en la oficina para el almuerzo, otros los servía en su casa y llamaba a varios de sus amigos entre ellos Alfredo Schael y Ermes Rojas para regalarles algunos bajo la condición que le devolviesen las semillas que él sembraba en distintos espacios.
Don Henry Lord Boulton Núñez se nos fue físicamente el 12 de noviembre de 2015 pero espiritualmente continúa acompañándonos.
José Teriús Figuera
Cesta de pargos frescos |
José Teriús Figuera, consultor jurídico y director alterno de AVENSA. |
Jet Douglas DC-9 en el aeropuerto de Guiria, estado Sucre |
Los aguacates con mucha pulpa cremosa cosechados en fundos cercanos a Guiria |
Uno de los Convair 580 de AVENSA frente a la estación de pasajeros del aeropuerto que sirve el extremo este de la península de Paria. |
Carlos Teriús Figuera enviaba a la Caracas vía aérea los mejores aguacates de cada cosecha. |
Convair 580 en aproximación final a la terminal aérea de Guiria. Óleo de Del Villar. Col. AVENSA. |
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