En 1956, los servicios de CAVN entre Nueva York, Baltimore o Filadelfia y La Guaira o Guanta los prestaban las naves de fabricación holandesa, Ciudad de Barquisimeto, Ciudad de Valencia, Ciudad de Cumaná mientras las rutas desde la costa Este de los Estados Unidos hacia Maracaibo, Las Piedras y Puerto Cabello las cubrían el Anzoátegui, Yaracuy, Sucre. Sobre la ruta Nueva Orleans –Mobile o Houston- operaban los barcos Mérida, Ciudad de Maracaibo, Río Orinoco, Ciudad de Caracas, República de Venezuela. Sujetos a oferta de carga, estos hacían escala en Maracaibo, Amuay, Punta Cardón y Las Piedras.
Los vapores holandeses de la KNSM: Nobistor, Ludolf Oldendorff, Delft, Oberon, Willemstad, Baarn y Dalhnis, nos servían en operación mancomunada explotando la ruta que incluía en Europa a Bremen, Hamburgo, Amberes, Rotterdam, Ámsterdam y La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo, Guanta, Cumaná, Pampatar o Carúpano, con servicio de transbordo en Puerto Cabello para cualquiera de los puertos de itinerario de cabotaje.
El cabotaje semanal incluía salidas los miércoles desde Maracaibo para Puerto Cabello (domingo/lunes), Guanta (miércoles), Cumaná (jueves), Pampatar (viernes), Güiria (domingos), Tucupita (lunes) y Ciudad Bolívar (martes/miércoles) para regresar hacia Maracaibo a donde el barco atracaba los jueves de la semana siguiente. A mediados de los años 40, de Maracaibo a Ciudad Bolívar el viaje tomaba 14 días o 28 ida y vuelta.
Estaban previstas escalas en Las Piedras, Curazao, La Guaira y Trinidad, a la ida rumbo a Oriente o de regreso a Occidente, según ofertas de carga.
El informe del directorio fechado el 3 de agosto de 1956 declaraba que la empresa” ha llegado a plenitud de su madurez técnica y administrativa. Dispone de un equipo de naves modernas (19 en total, once para tráfico internacional y ocho para cabotaje costanero y de ríos), construidas para la tarea que se les asigna; cubre una red de rutas nacionales e internacionales determinadas en la medida de la eficiencia exigible y a sus órdenes se halla un numeroso contingente de hombres identificados por su aptitud y responsabilidad…”.
La reforma de los estatutos redujo de siete a tres el número de miembros de la Junta Directiva otorgando la dirección diaria y ejecutiva al presidente y reservando para la Junta misma lo que bien pudiera llamarse la alta política de la empresa.
Uno de estos buques –el Ciudad de Baquisimeto- , en 1974 considerados inapropiado para el ritmo de loe servicios de la CAVN, fue donado a Bolivia en un gesto con más contenido político que de verdadera utilidad para el país sin costas marítimas.
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