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viernes, 10 de octubre de 2014

"Cuando manejas una ambulancia tu voz es la sirena"

A Gustavo Rojas eso de ayudar en situaciones de emergencia le llamó la atención desde que era muchacho. Quiso ser bombero pero, como no pudo, se hizo paramédico en la Universidad Central de Venezuela. Tiempo después inició un curso para "choferes de alto riesgo", en el cual aprendió a conducir con pericia una unidad de emergencias sin chocar con otros vehículos, teniendo cuidado con el peatón pero, sobre todo, cumpliendo la máxima del oficio: mantener estable al paciente.
Desde que se dedicó solo a manejar ambulancias han pasado ya 17 años. En el Metro de Caracas hizo sus pasantías, -como chofer auxiliar de traslados internos- y luego pasó como titular en el Hospital de Pariata en donde cerró su ciclo hace un año, cuando comenzó a trabajar para el hospital Periférico de Catia.
"Los riesgos que más se corren ahorita es con el motorizado, porque es más imprudente. No importa si el vehículo va en emergencia, muchos piensan que cuando llevas las luces prendidas es porque quieres evitar la cola". Y admite que sí, que hay casos en los que no hay pacientes en el vehículo, pero la mayoría de las veces eso significa que la unidad se traslada para buscar a alguien. "No cargas al paciente pero el paciente está esperando por ti", asegura.
Aunque los ha llevado en estado de coma nunca ha visto morir a un paciente en su unidad. La experiencia más difícil la tuvo en Vargas cuando salió desde el hospital de Pariata al Periférico de La Guaira con una niña agonizante.
"Se me atravesaron dos guardias nacionales en una moto, no me querían dar paso. Yo traté de esquivarlos y tumbé a uno", recuerda. Luego vinieron las acusaciones pero, tras un proceso con testigos, se comprobó que los funcionarios no tenían razones para impedirle el tránsito. "Hay gente que no entiende, pero tú no vas en una unidad diciendo 'quítate que llevo un niño en agonía'. Cuando manejas una ambulancia, tu voz es la sirena".
En este oficio nunca es el conductor quien pone las reglas. Y se refiere a esos casos en los que familiares de pacientes en estado crítico le han suplicado y hasta ofrecido dinero por un traslado. "Uno entiende pero todo esto tiene sus leyes. Por ejemplo, no movilizas a un paciente crítico sin personal médico o si tu unidad no tiene oxígeno".
Siempre hay sinsabores pero cree que lo más gratificante es que, en medio del desconcierto, alguien se voltee y le dé las gracias. ACL”.
EL UNIVERSAL. Sábado 6 de septiembre de 2014


Gustavo Rojas es "chofer de alto riesgo" desde hace 17 años
una de las primeras ambulancia que hubo en Caracas. No eran suficientes para atender los requerimientos durante la peste que dejó centenares de víctimas.  
Ambulancias del Hospital Central de Barquisimeto "Dr.Antonio María Pineda", Circa 1957

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