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domingo, 13 de julio de 2014

EL UNIVERSAL Y LOS TRANSPORTES

El diario El Universal pasa a otros propietarios luego de 105 de su fundación por el poeta Andrés Mata. Durante las últimas dos décadas estuvo en manos exclusivas de descendientes de Mata luego de rota la sociedad mercantil Editorial Ambos Mundos, creada en 1931 para que tomara parte Luis Teófilo Núñez Gómez, desde 1922 incorporado por el fundador a la empresa periodística caraqueña nacida a poco que Cipriano Castro perdió el poder.
El periódico con cerca de 37 mil entregas ha estado vinculado a la promoción del desarrollo de los medios de transporte en el país. En sus comienzos, de manera espacial, a la aviación.
Luisa Heuer Lares, quien sería esposa del sucrense Andrés Mata, fue de las primeras mujeres venezolanas (era nativa de Mérida) que en Europa subió a un automóvil en la primera década del siglo XX de la misma manera como tuvo la oportunidad de asistir a la entrega de las primeras aeronaves que en 1920 adquirió Venezuela en Francia. Para demostrar la versatilidad y confianza que merecía aquellos Caudrón, algunas de las damas que asistían a la ceremonia de demostración, ocuparon los asientos dispuestos para los copilotos.
Pero años antes, en Caracas, El Universal bajo la dirección de Mata, ofrecía espacio editorial a crónicas fechadas en París, enviadas vía correo marítimo, redactadas por Luis Camilo Ramírez, considerado el primer venezolano que realizó el vuelo solo en toda la historia de la aeronáutica mundial.
A pocas semanas de la llegada a Caracas del aviador estadounidense Frank Boland, precursor del vuelo en avión sobre ciudades de nuestro país, incluida Caracas, las crónicas de Ramírez servían como preámbulo a la gran fiesta popular que el 29 de septiembre de 1912 se convirtió que Boland efectuara su exitosa demostración aérea al mando de su “sin cola”, aeronave de su fabricación. Rafael Seijas Cook, el arquitecto poeta, detalló para el diario las peripecias del vuelo y los detalles de la nave.
El Universal promueve inmediatamente después una suscripción pública para que lo colectado en dinero sirviera para adquirir un avión para el Ejército. El monto fue entregado en Miraflores. La exitosa campaña mediante el periódico fue provechosa por la respuesta colectiva pero la traída del aparato nunca se concretó, nadie sabe a ciencia cierta el por qué.
En abril de 1912, un redactor de El Universal, don Rafael Silva o Lino Sutil, corrió la aventura de viajar a La Guaira en el automóvil que por vez primera lo hizo, iniciativa de Domingo Ottati. Restaban cinco meses para que el ferrocarril subiera los aeroplanos de Boland. Ya estaban en Caracas algunos lotes de autos Ford. Las ventas a cargo de William H. Phelps, Arvelo y Edgar Anzola las apoya la publicidad. Al poco tiempo ocurrirá con los servicios funerarios a cuya disposición comienzan a estar autos a motor que reemplazan las carrozas tiradas por tracción de sangre. En la medina que llegaron otras marcas de automotores, las páginas del diario daban cuenta de las novedades y promovían el automovilismo. Mata integró el club de los automovilistas.
Cecil Peoli, otro aviador estadunidense, se presenta en Caracas en 1914. Incluye entre las proezas programadas por su anfitrión y patrocinante,, cruzar el Ávila valiéndose del abra de Tacagua al Oeste del valle de Caracas. En abril, Peoli no sólo se convierte en el primero que cruza en avión la cordillera en vuelo entre el hipódromo de El Paraíso y el pueblo de Maiquetía, sino que además transporta piezas de correo más un ejemplar del periódico El Universal.
El italiano veterano de la Primera Guerra Mundial, Cosme Renella, llega a La Guaira en febrero de 1920. Traía un par de aviones, decidido a concretar negocios en nuestro país. Demuestra sus aparatos sobre los techos rojos de la capital pero resuelve enseñárselos a Juan Vicente Gómez, quien presenció en 1912 las destrezas de Boland. Logra Renella exhibirse en San Juan de los Morros y Maracay. Cuando de sale de Caracas a volar sobre los valles de Aragua, lleva consigo un ejemplar de El Universal además de otra valija con correo y una guacamaya.
Ramón David León era en 1923 el afortunado redactor de El Universal a quien Andrés Mata y Luis Teófilo Núñez le encomiendan convertirse en el primer periodista venezolano que sube a un avión para ofrecer cobertura informativa del Junkers F-13 traído para demostrar este modelo alemán, primer avión totalmente metálico construido como nunca antes de había hecho. Volo a 700 metros de altura luego de despegar de Maracay. Lucas Manzano y Fernández García figuran en la brevísima lista de los periodistas venezolanos que subieron al Junkers-F13 a comienzos de la década de 1920.
Las entregas de El Universal dan fe del compromiso en la promoción de las obras que permitieron enlazar al país por tierra, aire y mar. Por tierra comenzó gracias al automóvil en 1904 pero mediante carreteras, en 1912. Por aire en 1929. En el siglo XIX comenzó a modernizarse el transporte acuático. En 1877 Guzmán Blanco abrió la primera línea férrea que funcionó regularmente pero cuando nace El Universal, para nuestros ferrocarriles comenzaba la decadencia absoluta.
En las páginas del matutino registraban, reseñaban y promovian los servicios de la compañía Costanera de navegación, más tarde C. A. Venezolana de Navegación, con servicios de cabotaje clave para el desplazamiento de bienes y personas entre las regiones con costa sobre mar, ríos o el lago de Maracaibo. Era diaria la sección que daba cuenta de la llegada y salida de los vapores que atracaban en La Guaira, los pasajeros que abordaban o desembarcaban e incluso el movimiento por las carreteras.
Para el momento de la fundación de El Universal, había mil kilómetros de líneas férreas. Era noticia e información publicitaria de interés público los horarios y servicios como el de la línea electrizada entre La Guaira y Caracas a partir de mayo de 1928.
Las reseñas de Charles Lindbergh de visita en Caracas y Maracay apuntaban a destacar el favor que significaría para Venezuela quedar enlazada con el resto de América vía los aviones de la Pan American. Los servicios de la Aeropostal Francesa desde Maracay hacia Maracaibo, Ciudad Bolívar y San Antonio del Táchira aparecían en forma de avisos como en reseñas en las que se mencionan los viajeros que prestigiaban en empleo del avión.
La apertura del campo de aviación de Mare, futuro aeródromo de Maiquetía, para uso de la Pan American y la KLM, fue noticia como décadas más tarde el advenimiento de la era del jet. Las aerolíneas promovían con invitaciones a redactores sus nuevos destinos desde Caracas al igual que las líneas de vapores francesas, italianas, españolas, alemanas, holandesas, estadunidenses, con sus informadores marítimos diarios, incentivaban a viajar por mar hasta los años sesenta del siglo XX, cuando aún los vapores podían resistir la competencia con la aviación cada vez más rápida.
A todos los gobiernos informaba del clamor de las comunidades demandantes de vialidad que la conectara con el resto del país o de cada estado aún después que la Transandina (1925) mejoró la posibilidad del vínculo en automotores entre las regiones occidentales y la capital. No ha habido día en que la gente no manifieste las necesidades prevalecientes en materia de vías terrestres que si existen se encuentran en mal estado o son insuficientes.
Primero Miguel Ángel García, luego, durante varias décadas, Gumersindo Villasana, fueron corresponsales en el litoral guaireño. Atendían el puerto como la terminal aérea. Los corresponsales en todo el país incluían a diario en sus crónicas, las inquietudes, satisfacciones y demandas alusivas al tema transportes.
Caracas, los problemas de circulación. La necesidad de mejoras al trasporte colectivo hasta la llegada en 1983 del Metro, ahora motivo de queja por voceros de bastante más del millón de usuarios cada día del subterráneo.






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