El
estar rodeado por los cuatro costados de los aviones y naves espaciales que
marcaron la historia aeronáutica mundial, fue sin duda emocionante. Tanto como
el descubrir que el inmenso Museo Smithsonian del Aire y el Espacio ubicado en
la ciudad de Washington D.C. opera como una eficiente máquina aceitada gracias
a personas voluntarias que aportan su talento y tiempo a mantener el prestigio
de que este Museo sea uno de los mejores del mundo. Su pago, es que cada
visitante salgan con una sonrisa de satisfacción y las ganas de volver allí
apenas tengan una nueva oportunidad.
Este
edificio de dos plantas ubicado en el corazón de la capital norteamericana,
Washington D.C. alberga una de las colecciones de aviones y naves espaciales
más grande y variada del mundo. Allí encontrarán aeronaves cuya fama les
precede. El Bell X-1, primer avión supersónico del mundo, el Ryan NYP de
Charles Lindbergh, el Lockheed X-15 primer en superar la velocidad de Mach.3,
el Rutan Voyager primer avión en darle la vuelta al mundo sin escalas, la
aeronave Spaceship one, primera nave
espacial civil, una réplica del satélite Sputnik o las cápsulas espaciales originales del proyecto espacial Gemini, Mercury y la cápsula del Apolo 11, que lo dejan a uno
sin habla.
La
vista a este museo aeronáutico se convierte en un viaje por una de las más
emocionantes aventuras de la humanidad, el vuelo. Desde sus más humildes
comienzos, globos y proyectos aéreos, pasando por la sala donde está el avión
original de los hermanos Wright , la evolución del aeroplano y su desarrollo hasta
que transformarse en los vehículos espaciales que lograron superar con éxito los límites de nuestra
atmósfera hacia recónditos lugares del espacio buscando respuestas sobre
nuestro propio origen.
Las
distintas salas del Museo recrean magníficamente y con un realismo muy bien
logrado, los más famosos aviones de la historia, utilizando aviones originales,
modelos a escala, dioramas, fotos, y videos todas transformaciones que la
aviación fue generando a medida que avanzaba y ampliaba su alcance.
Así es
como se puede observar en la sala de los pioneros uno de los planeadores de
Otto Lilienthal, aeroplanos famosos como el Bleriot IX, o el Demoiselle de
Santos Dumont; salas como la de la Primera Guerra Mundial, muestran como el
aeroplano se calzó las espuelas transformándose en una temible arma de guerra.
Otra
de las salas muestra con lujo de detalles el avance y desarrollo de la aviación civil
luego de la primera guerra mundial, así como el nacimiento de las líneas aéreas
comerciales, cuyo sitial de honor lo ocupa el venerable Douglas DC-3.
También
hay varias salas dedicadas a la aviación militar de la Segunda Guerra Mundial;
una que nos permite subir a bordo de un portaviones en el océano Pacífico y la
otra en la que descansan los cazas más famosos que lucharon en los cielos de
Europa.
El
advenimiento de la era a reacción tiene también su sala, donde se puede
apreciar varios de los primeros jets de
la historia, y destaca el caza a reacción alemán Messerschmitt Me.262, máximo
exponente de la tecnología alemana de los años 40.
Para
terminar la visita está la impresionante sala dedicada a la exploración
espacial, donde se puede ir saltando de planeta en planeta a través de las distintas misiones espaciales
n tripuladas y admirar detalles interesantísimos sobre los viajes espaciales
tripulados a la luna; los trajes espaciales, equipos y herramientas que se utilizaron, los alimentos
que fueron consumidos y hasta la forma como se asean en la estación espacial
Mir o la Estación Internacional.
El
Museo del Aire y el espacio Smithsonian tiene tantas cosas que ver y admirar, que
les será difícil disfrutarlo en detalle en un solo día.
Fabián Capecchi
Las fotografías tomadas Washington por el celular de
Fabián muestran, en el mismo orden: avión Spirit of Saint Louis en el cual
Charles Lindbergh visitó Venezuela en 1928; Boeing 247, primer avión comercial
construido todo metálico; emblemáticos Douglas DC-3 de Eastern Airlines y la
cola del trimotor Ford AT4 de American Airlines; frente a frente dos monumentos
gloriosos de la aeronáutica del siglo XX; cápsulas espaciales tripuladas rusa y
estadounidense tal y como se ven acopladas durante misiones que forman parte de
los grandes avances tras la conquista espacial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario