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viernes, 25 de octubre de 2013

José Gregorio Hernández en el ferrocarril de La Ceiba en 1888.

 Benito Roncajolo también obtuvo en 1880 la concesión para construir y operar un tren entre La Ceiba y Sabana de Mendoza, concluido en 1886 e inaugurado el 1 de enero de 1887. Aprovecha el clamor general favorable a una comunicación terrestre que ayudara a movilizar la producción a través del puerto lacustre, mal servido. Tanto La Ceiba como Sabana de Mendoza eran localidades apenas desarrolladas. Rafael Ramón Castellanos cita a Leontine Roncajolo:  “…(La Ceiba) se componía de algunas casas construidas al borde del agua y sombreadas por árboles inmensos denominados ceibos, mientras Rafael Argüello, cronista de Betijoque, apunta –según Castellanos- a raíz de los estragos generados en 1888 por la fiebre amarilla, que la epidemia tomó como centro la incipiente población de Sabana de Mendoza, que apenas comenzaba a levantarse en los alrededores de la Estación del Ferrocarril; a ese lugar acudían numerosos viajeros, que transitaban entre la zona alta del Estado y los puertos del Lago, incluidos La Ceiba y Maracaibo…”.

José Gregorio Hernández, Siervo de Dios, el santo de los venezolanos, nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Luego de haber estado en Europa donde hizo estudios y se le encomendó traer la dotación para el Hospital Vargas de Caracas, de paso hacia el terruño al no más desembarcar en La Ceiba, aquel mismo año 1888, se subió al tren que además de causarle emoción le ahorraría el sacrificio de otros tiempos cuando camino de Isnotú, su pueblo natal en las serranías trujillanas, las bestias y el andar riesgoso y cansón, dominan largas jornadas. El encuentro con el moderno medio de transporte establecido por iniciativa del señor Roncajolo ocurre justo cuando estaba desatada la mortandad desencadenada por la fiebre amarilla a cuyas víctimas el doctor Hernández le dispensa los auxilios a su alcance como médico y buen samaritano que era.

Disponen los trenes de varias locomotoras Baldwin -entre éstas, seis de cuatro ejes fabricadas en 1893- así como una marca Hanomag de tres ejes. 

Roncajolo se beneficiaba del derecho a explotar 1.500 metros de baldíos a los lados de
Parte de la estrategia comercial consistió en aplicar a los frutos menores una tarifa 50% inferior en el transporte de otros rubros. El tren –advierte Cunill Grau- densificó algo el poblamiento con ocupantes espontáneos de las tierras baldías junto a la línea férrea… que venció los obstáculos y protestas que levantaron los dueños y peones de las recuas muleras y los propietarios de posadas arruinadas por las nuevas modalidades del tráfico ferroviario.

En 1888, don Benito obtuvo el permiso para construir la línea hasta Valera, algo que no pudo concretar aunque sí abrió la ruta hasta Motatán. Allí, a la estación la llamaban Roncajolo, homenaje merecido al pionero y resuelto hombre de negocios. Los trenes se cruzaban en la estación de Sabana de Mendoza cuando bajaban hacia La Ceiba o subían hacia Motatán. Recorrer la totalidad de la ruta tomaba cuatro horas. 

Juan B. Carrillo Guerra y Antonio Braschi son otros nombres asociados a la audaz concepción del proyecto del ferrocarril de La Ceiba a Sabana de Mendoza, planteado para salvar de manera rápida y segura una región anegadiza en invierno, empresa que como en otras partes donde fue imitada, la abierta oposición y hostilidad de los rancheros del camino y los arrieros y dueños de recuas, fue uno de los problemas que concesionarios y operarios debían enfrentar.

En 1890 se fundó el Ferrocarril de Santa Bárbara a El Vigía, impulsado por una firma francesa que pronto se desvinculó del negocio que comenzó a funcionar unos dos años más tarde, poco tiempo si se toma en consideración que la ruta cubrió 60 kilómetros atravesando campos muy fértiles aptos para toda clase de cultivos y grandes bosques poblados de valiosas maderas.
Las impetuosas aguas del río Chama cortan los rieles entre los kilómetros 52 y 53, y a medida que el río seguía su devastadora obra, la línea quedó reducida a 34 kilómetros; o sea, hasta la estación de El Castillo–Km 37. 

Un registro de entonces informó:  “El 28 del mes próximo pasado (julio de 1892) llegó un tren hasta El Vigía, término del kilómetro sesenta. Aunque no ha sido oficialmente abierta la línea al tráfico, están funcionando los trenes desde aquella fecha con regularidad, removidos como han sido los obstáculos presentados por la inundación del Chama. Acta Extendida en la Estación de El Vigía, por los abajo firmantes, Autoridades, Comerciantes y Vecinos del Distrito. Tovar, Santa Cruz, Mocotíes, La Tala (Estado de Los Andes) Los Cañitos y Santa Bárbara (Edo. Zulia) por lo que consta que esta fecha, veintiocho de Julio de Mil Ochocientos Noventa y Dos, un Tren compuesto de una locomotora, un carro mixto de pasajeros, un carro de equipaje y un carro de altos bordes salidos de Santa Bárbara con parada en la Estación de los Cañitos, llegó a la Estación de El Vigía a las 2 p.m. dejando con este viaje la línea abierta para el tráfico entre la Estación inicial Santa Bárbara y el terminal de El Vigía en el kilómetro sesenta. El 13 de marzo de 1909, la línea es arrendada a otra firma, quien la explota hasta 1910, pero haciendo el transporte desde El Castillo a El Vigía de cuantos medios se dispusiera, principalmente a lomos de mula, teniendo que atravesar varios kilómetros de terreno peligroso cuyo paso a pesar de buenos baquianos registraba pérdidas de vidas, bestias y valiosos cargamentos”. 

El contratista y el gobierno intentaron asentar núcleos urbanos a ambos lados de la vía.

El Ferrocarril Santa Bárbara-El Vigía, considerado segundo más costoso al erario público después del Caracas-Valencia, recibió como indemnización 7.299.000 de bolívares. Las pérdidas llegaban a 329.000 bolívares anuales y su recorrido de orilla a orilla de los ríos Escalante y Chama, transcurría sobre tierra plana anegada y socavada constantemente por la desbordadura de El Chama al punto que en 1903, otra vez hubo necesidad de interrumpir el servicio pues parte de la plataforma había desaparecido. 

José Gregorio recurrió a lo tradicional para completar el viaje, como lo vemos en la fotografía. Otra gráfica muestra una escena que corresponde al ferrocarril La Ceiba-Motatán.

ferrocarril La Ceiba-Motatán.

El Dr. Jose Gregorio Hernandez a caballo

lunes, 21 de octubre de 2013

La noticias es Oscar Yánes

Hasta la inauguración de la autopista Caracas-La Guaira en diciembre de 1953, los mayores movimientos de personas hacia el puerto y el aeropuerto en la historia de la vieja carretera y del ferrocarril, se registraron en 1941 debido a la llegada desde La Habana de los peloteros victoriosos recibidos por una multitud impresionante, y el recibimiento tributado al pre candidato presidencial Diógenes Escalante. Más de 1700 automóviles transportaron gente hasta el campo de aterrizaje de Mare a donde a media mañana tomó pista el Clipper DC-3 de Pan American donde retornaba el hasta entonces embajador de Venezuela en Washington, ya ungido por la aceptación de Acción Democrática y por supuesto que del gobierno, para suceder al presidente Medina Angarita en la jefatura constitucional de la República. En uno de aquellos faetones que cobraban dos bolívares por el puesto, el inquieto reportero Oscar Yánes llegó a la terminal aérea para dar cobertura a la sentida manifestación de júbilo pues al fin, había candidato. Ramón Velásquez, durante el homenaje que le fuera rendido hace un par de años por el IESA, cuando narraba las vivencias del historiador y político a propósito del regreso de Escalante, la repentina enfermedad y los sucesos del 18 de octubre de 1945, dijo: “Por ahí (entre el numeroso público asistente) debe estar aquel muchacho muy joven que como reportero de Últimas Noticias fue a ver qué iba a ocurrir en el aeropuerto por el regreso de Escalante”.

Para el libro de la Fundación Museo del Transporte “Venezuela 100 años en automóvil”, Oscar Yanes contó que él aprendió a conducir en uno de los Ford ingleses que los propietarios del nuevo matutino tabloide adquirieron para el traslado de los reporteros que pauta en mano, salían a cubrir las noticias para y al estilo de Últimas Noticias. Los choferes le ofrecían el volante a los jóvenes que como Yánes pretendían manejar por las calles de Caracas, nada fácil por cierto porque la ciudad sufría la metástasis del automóvil más la competencia por el espacio entre tranvías y autobuses, fenómeno este que duraría hasta 1947.

En los anales recientes del Museo del Transporte, Oscar Yanes se cubrió de gloria con la presentación nada menos que junto al Cadillac en el que el 24 de noviembre de 1950 acababa de salir de su casa en el Country Club, el teniente coronel presidente de la Junta de Gobierno, Carlos Delgado Chalbaud, la mañana en que fue secuestrado y asesinado horas más tarde. La limusina hoy en día propiedad del coleccionista Jorge Makriniotis, fue facilitada para que Yánes diera a conocer y firmara ejemplares de la reedición ampliada de uno de los libros que mejor ha vendido: la historia de Rafael Simón Urbina.

El muchacho humilde de El Guarataro, hijo de panadero, huérfano de madre a temprana edad, criado por abuela, el Armandito que lo disfraza en varios de sus libros con historias a ratos noveladas, intuitivo, diestro, curtido en cien batallas, que sin abandonar la maquinilla de escribir de resorte, llega a dominar el medio televisivo en el cual incursionó cuando Diego Cisneros reabre el Canal 4, pero al que venía siguiéndole los pasos a partir de los ensayos gubernamentales para la señal del Canal 5, hizo historia con la cobertura de grandes sucesos de su tiempo, ya como hombre y profesional maduro: la guerra americana perdida en Viet Nam, la llegada del hombre a la Luna, por citar coberturas históricas de imborrable recordación colectiva. El rescate del avión de Jimmie Angel, las mini series más recientes dentro de la larga trayectoria como productor y narrador, presentador estelar de Venevisión. Frente a la Prensa, La Silla Caliente, Así son las cosas, y demás programas donde sin faltar a la verdad histórica, magistralmente sabía dónde enganchar al televidente que, al igual que sus lectores, le son –y serán- fieles. Porque si algo acumuló y pudo sentir Yánes en su trayectoria, fue verse reconocido como divulgador ameno a través de los periódicos, del libro y los medios electrónicos, de la historia menuda de Caracas y sus gentes, los grandes acontecimientos de la Venezuela y el mundo del siglo XX. Dudamos que se sentía historiador pues más bien su vocación inalterable fue reportero de prensa que sabía llegarle a la noticia exprimiéndola desde el ángulo más atrayente en función de conquistar la atención y recordación del lector o el televidente. Vendió miles de ejemplares de sus libros a partir de aquellas primeras ediciones de Cosas de Caracas impresas por Armitano. Su editor de muchos años jamás puso en duda que arrancar con 40 mil ejemplares podía ser de todo menos riesgoso.

Ha hablado el Presidente. Jefe de información del primer gobierno de Caldera. Parlamentario por Copei representante de Nueva Esparta. Director del diario La Esfera, Bohemia, de uno de los proyectos editoriales exitosos emprendidos por propietarios de Radio Caracas, gerente y asesor de don Diego y Gustavo Cisneros en Venevisión, Yánes hizo escuela. De sí erradicó la mezquindad con los jóvenes que pronto se daban cuenta dónde estaban: nada menos que bajo la guiatura profesional del maestro polifacético que intuía dónde estaba la noticia, la olía y desmenuzaba como pocos. De ahí que pueda afirmarse, con todo y reparos en que algunos insistirán al referirse al periodista, cada cual con sus motivos, que al cerrarse este ciclo terrenal en la historia de Oscar Yánes, es probable que asistimos al cierre de un capítulo espectacular del periodismo venezolano. Formaba parte de la generación que con el amanecer democrático de 1936, asumió el reto de modernizar nuestra prensa con agudeza a través de la crónica, el tratamiento duro de los sucesos y lo noticioso, la historia menuda, dándole cabida a lo común y corriente de la vida, confeccionando el titular agresivo, sacándole punta al misterio, la versión novelesca, la novedad, la entrevista sin tapujos, el arte de la sencillez, la superación personal, la cordialidad,…

 “La historia ha perdido a su mejor reportero” – se atrevía a repetir esta tarde del 21 de octubre 2013 uno de sus lectores: Derbys López Suárez.

“Va a haber noticia” –solía repetir el Yánez aún cargado de esperanza y vigor para transmitirla, interpretarla, hacerla atractiva.

Sin la menor duda que su muerte ya es noticia. ¡Así son las cosas!


De izquierda a derecha, entre otros, Horacio González Ganteaume, Valeriano Humpiérrez, Guntler Fidler, Pedro Bargalló, Guillermo José Schael, Nelson Bocaranda Sardi y Oscar Yánes, en el extremo derecho. Fotografiados en Venevisión, 1968. Programa Reportaje Universal. Col. FMT.

Ligia Vásquez de Yánes, Oscar, Alfredo Schael director del Museo del Transporte.

Oscar, Alfredo Schael, Alejandro Cabrera Pérez en la Casa Uslar Pietri.

Sobre el Auyantepui, durante el rescate en 1972 del avión de Jimmie Angel, Oscar y Néstor Rodríguez Lamelas, con la cámara, compañero en las grandes producciones internacionales producidas por Yánes. Col. Rodríguez Lamelas.

Fiel colaborador: Oscar Yánes apoya la iniciativa de Fundhea en la recolección de Firmas para evitar el cierre del Museo del transporte.

Periodismo y detalle

Diego Arroyo Gil | darroyo@el-nacional.com

Oscar Yanes es célebre por haber hecho del periodismo una variación de la crónica popular del detalle. Decía –era su tesis– que en los pequeños gestos se ocultaban los grandes destinos. Cogía así Yanes a un personaje o un suceso y procuraba desmecharlo como carne hervida para preparar un plato fabricado con cientos de hilachas. Esta manera de proceder, aunada a su fascinación por el adorno verbal más corriente, hizo que algunos lo consideraran poco serio o que lo tildaran de sensacionalista. Sea como fuere, lo cierto es que Yanes sabía informar y entretener. Ahora su muerte se suma a la de muchos de los reporteros de su generación: ese elenco que presenció la caída de Rómulo Gallegos, que conoció la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y que asistió a la instauración de la democracia. Fue gente que se educó en la calle primero que en la universidad, y que no se veía impedida –por algún catecismo de objetividad– de asumir posiciones de apoyo o rechazo al poder. La edad ha querido que estos hombres se ausenten cuando el país político plantea al periodista pruebas muy bravas. Momentos para descifrar en los detalles los síntomas más tremendos.



Otros testimonios recogidos por el diario El Nacional:

Rolando Salazar, Humorista e imitador

"Es un personaje irremplazable. Fue testigo de la historia de Venezuela y la vivió desde la perspectiva del periodista. Fue un cronista acucioso, especialmente de los aspectos cotidianos, que podía reseñar los pequeños detalles en sus obras. Es una de mis imitaciones favoritas porque me permite jugar con la información. Seguiré haciendo su caracterización porque ahí quedaron sus libros, sus historias y su voz".

Amílcar Rivero, Humorista

"Venezuela ha perdido su memoria histórica contemporánea. Fue un hombre que entrevistó a personajes mundiales de extrema importancia. ¿A quién no entrevistó Oscar? Fue un hombre muy inteligente para desarrollar el humor emparentado con el costumbrismo venezolano. Él lograba entrelazar el realismo mágico y la veracidad de la noticia. No se sabía cuándo lo que decía era verdad o su inventiva jocosa".

Javier Vidal, Director de teatro

"Fui director de ¿Qué opina usted de la mujer que le quita su marido a otra?, único monólogo escrito por Oscar, que fue estrenado en 1987 con Agustina Martín y que se repuso en 2003 con Julie Restifo. Fue el gran mentor de mis obras históricas, como Diógenes. Me apoyó para que escribiera a partir de sus trabajos periodísticos. Todos somos deudos de él y del periodismo con toques de dramatismo que impuso"



Comentarios de lectores de El Universal:

Susana Coves

Lo recordaré como un gran periodista y un cronista de la ciudad de Caracas, y que en los últimos tiempos instauró dos frases emblemáticas que siempre lo caracterizaban: "Así son las cosas" y "Chúpate esta mandarina". Que dios lo tenga en su gloria. Amén.

Fernando Delpino

Lo recordare como un típico "caraqueño de Caracas", es decir un representante del jocoso "(...)" criollo.- sus ocurrencias para adornar, inclusive inventando situaciones que levantaran el ánimo y la atención de lo que el expresaba era digno de un gran personaje y de un insigne periodista.- QEPD este querido venezolano ejemplar que paso muchos años en este diario "El Universal".- "Así son las cosas".-

José Tomas Milano Parma

Oscar pertenece a la categoría de esos "caraqueños" singulares que retrataron de diversa manera nuestra Caracas, como fueron Caremis con sus fotos, postales y escritos; Isidoro con su célebre coche y anécdotas; Billo caraqueño de corazón y su cantor y Oscar, cronista de la vida caraqueña y sus personajes singulares. Ya quedan muy pocos de esa estirpe.

Maritza Belisario

Si bien lo recuerdo por su excelente trabajo periodístico y demás actividades realizadas para la prensa escrita, la radio y la televisión, siempre estará grabada en mi memoria su humildad, demostrada particularmente durante la Semana Mayor. Como bombero, me correspondía hacer guardia de prevención en la iglesia de Santa Teresa los Miércoles Santos y durante varios años vi hacer su larga cola para entrar al templo a Oscar Yánez y su esposa, para ese entonces, Agustina Martín. Nunca hicieron uso de su notoriedad y popularidad para acceder al templo. ASÍ SON LAS COSAS.

Sean Luis Aponte

Fue un personaje muy conocedor de nuestra patria, y el primer periodista en ese caso actuó como tal de decirles las verdades a Chávez sobre su futuro accionar de ganar en las presidenciales, donde de hecho lo hizo por al apoyo de muchos ignorantes que votamos por el al creer que era nuestra esperanza, los invito a leer el artículo de hoy de run runes y un video que esta por Facebook sobre esa entrevista.

Josefina Barrientos

Como el gran cronista de la Venezuela de antier. Y sus acertados comentarios y reflexiones políticas a lo largo de su trayectoria como diputado. Pero indudable que fue un gran comunicador. Lo vamos a extrañar...descansa Oscar Yanes te lo mereces, y en esos planos a donde llegaste segura de que vas a seguir orando por esta Venezuela que tanto quisiste...así son las cosas. Como tú decías...

Agustín Coll

Los egresados de las primeras promociones de la Escuela de Periodismo de la UCAB, dirigida por Alberto Ancizar Mendoza, recordamos a quien fuera nuestro primer profesor de periodismo informativo con sus vibrantes clases, llenas de anécdotas y experiencias enriquecedoras. Esto constituye otro aspecto de su multifacética trayectoria.

Adriana Pérez

Gran periodista que nos enseñó con gracia con profundidad QEPD triste perder personas tan ilustres ojalá su legado sea conocido por las futuras generaciones

Raquel Moryoussef
Lo recordaremos como el hombre de las anécdotas caraqueñas, el de Así son las Cosas, Chivo Negro, el del exitoso programa La Silla Caliente, el de la sonrisa amplia y generosa, a través de sus libros como Memorias de Armandito, Del Trocadero a Pasapoga, y muchos otros.....que descanse en paz, se nos fue otro de los grandes valores de la vida de nuestro país.....

Williams Salgado

Un gran venezolano, intelectual y pionero del periodismo moderno, eximio escritor, político, Don Óscar Yanes, qué pérdida más grande... frase que jamás olvidaré "Así son las cosas". Las corbatas llamativas que usaba, sin duda un venezolano único. "nadie me quita lo bailao", sin dudas. Q.E.P.D. Gran maestro.

Simón Graffe

"Edgardo, ¡qué lástima que la televisión no sea en colores!" Esta frase la dijo muchas veces a Edgardo De Castro, mientras transmitían la llegada del hombre a la Luna, por allá en 1969, cuando estaba a cargo de TVN 5 y usando la estación satelital que RCTV instaló en el Zulia para ese propósito. Así eran las cosas...

Luis H Castillo

1967. Tenía 12 años y vivía en mí Calabozo natal. Oscar Yanes y un equipo periodístico Venezolano estaba en Vietnam del Sur, como corresponsal guerra. Él transmitió la acción de un monje budista, que se incineró para protestar por el conflicto. Es un recuerdo que tengo en mi mente desde entonces. Fue un ciudadano orgullo de nuestro gentilicio venezolano con una gran virtud: la verdad.

Oswaldo Matías
Yo lo recordaré con mucha alegría. Cuando hice un comentario sobre LA REINA PEPEADA en un diario y él me llamó para felicitarme por el comentario. Me sentí feliz que Óscar Yanes me llamara personalmente y además era tan sencillo que nos pusimos a hablar de otros temas. Así son las cosas...te recordamos con respeto y cariño, descansa en paz querido Óscar.

Lizmar Viloria

No creo que haya otro venezolano que narrara la historia en firma tan interesante y amena. Era un tesoro de periodista al que eran muy pocas las cosas que desconocía. Le doy gracias a Dios por haberme permitido conocerlo en vida y haber disfrutado ben su momento de La silla caliente y su " cúbrase de gloria". Paz a sus restos!

José Manuel De Freitas Caires

Lo recuerdo desde sus reportajes como corresponsal de guerra en el conflicto Usa-Vietnam. El gran entrevistador de personajes de la historia universal contemporánea, el cronista de la ciudad, del relatorio anecdótico de caracas, el hombre de las corbatas particulares. Un gran profesional de la comunicación, historia de la historia, otro grande que se va. Ya no vibraremos con sus cuentos, Así son las cosas, Ilustre, chúpate esa mandarina. Dios le de descanso eterno. Paz a sus restos

Vanessa B

Extrañaremos su amena tertulia y estilo provocador cuando planteaba temas controversiales, su jocosidad y buen humor para contar historias de la vida del venezolano, que difícilmente las nuevas generaciones hubiésemos escuchado primera mano. Paz a su alma.

Elizabeth de Simón

El Ilustre PERIODISTA Vibrante con Pasado Inmediato, ha partido al cielo de Caracas. Seguramente contará sus anécdotas más allá. Así son las cosasQEPD

Gustavo Franco

Gran periodista, de los periodistas que conocemos como “profesionales de escuela”, de disciplina, de espíritu acucioso para la investigacion, extraordinario ser humano y un venezolano ejemplar. Descansa en Paz hno.,"la Silla" se quedó vacía, sin su flamante anfitrión.

Romer Morillo

Fin de una época de amena escritura, de caballerosidad y del venezolano que hemos casi perdido completamente. Aún recuerdo a Yanes cuando hizo aquellos reportajes de guerra, en pleno conflicto y rodeado de balas en Vietnam. Pero por sobre todo, siempre será recordado porque nos acercó a las cosas cotidianas de nuestra Venezuela. Excelente reportero, escritor y persona de referencia moral. A lo malo solo el olvido y a las cosas buenas que hizo el eterno recuerdo.

José Gabriel Pinilla G.

"Así son las cosas" Cuanto disfrutamos en mi hogar con su amena charla. Hasta pronto amigo... Hasta dentro de un rato... Ya nos reencontraremos allá, cuando despertemos de este instante terrenal.

José Luis Rojas Rodríguez

QEPD Venezolano ejemplar que tu luz ilumine donde te encuentres a nuestra atribulada Venezuela. Tu legado será imperecedero para las futuras generaciones de periodistas.

Francisco Castro

Así son las cosas! Periodista y ciudadano ejemplar que nos permitía conocer de forma jocosa la venezolanidad del siglo 20 con sus historias amenas y entretenidas de su época. Paz a sus restos.

Y frente a lo que considera la gente, los lectores de la prensa, qué opina de Oscar Yánes el presidente de la Academia de la Historia a El Universal (22/10/2013). Juzguen ustedes:

“…Elías Pino Iturrieta rescata de Yanes un hecho curioso: tuvo una personalidad tan peculiar que se sobreponía al suceso que comunicaba: "Fue el raro caso de un periodista que fue más célebre que las noticias que escribió".




Transición de los DC-3 al HS Avro 748 serie 2

La transición de los Douglas DC-3 hacia los Hawker Siddeley Avro 748 serie 2 fue la consecuencia del análisis y toma de decisiones al más alto nivel una vez conocido el concienzudo estudio elaborado por el doctor Ramón Granadillo, presidente de la Línea Aeropostal. Prácticamente Revelaba la precaria situación por la que en 1963 atravesaba la aerolínea y los efectos de las medidas aplicadas.

Dos Lockheed Constellation modelos 1049 siglas YV-C-AND (descartado y vendido en EUA en abril de 1963) y YV-C-AMI (descartado y vendido en EUA en febrero de 1963) –los dos últimos Lockheed agregados a la flota (3er trimestre de 1957)- atendían a muy alto costo parte de las frecuencias Maiquetía-Maracaibo-Maiquetía, a la cual estaban esencialmente volcados los Viscount operativos, turbohélices cuatrimotores, a partir de 1956, caballitos de batalla con los que LAV contaba para sus servicios troncales locales, Trinidad y Curazao, destinos internacionales remanentes luego de la absorción monopólica por VIASA de las rutas no domésticas.

De la flota de Douglas DC-3/C-47, no con todos podía contar -advierte el informe Granadillo, sucesor en la jefatura de la aeroestatal, del economista e historiador Antonio Arellano Moreno.

Las obligaciones de LAV eran extensas pues la atención de las rutas sociales o remotas, no productivas pero dando cobertura a poblados perdidos en la vastedad geográfica del país, eran desatendidas debido a la falta de material volante. Como en cualquier actividad económica y desempeño personal, en aviación es funesto el incumplimiento de lo programado o abandono temporal de los compromisos.

Como ocurre siempre, varios productos aeronáuticos nuevos le fueron ofrecidos al país pero el interés se centró en la oferta inglesa de la Hawker Siddeley que ya daba por las trecientas unidades vendidas del producto bimotor turbohélice Avro 748, producidos en la planta situada en Woorford, hasta donde viajaron los evaluadores de los equipos pre seleccionados, analizados para seleccionar el que conviniera.

Frente a un competidor en mejores condiciones, la flota de LAV en 1962 estaba compuesta por 42 aeronaves: 22 Douglas DC-3, tres Viscount, siete Constellation, dos Martin 202, cuatro cargueros C-47 y cuatro C-46, también para carga. Sólo 17 prestaban servicio debido a que requerían motores, mecánica, piezas y repuestos. El par de Constellation volaba por “canibalizar” los otros cuatro paralizados en Maiquetía mientras un quinto se hallaba desde 1956 en Estados Undos, abandonado en un taller al cual fue enviado.

Doce de los DC-3 prestaban servicio, dos de los cuatro C-46 y uno de los cuatro C-47, también de carga.

Había dos Viscount paralizados en Maiquetía y uno en Inglaterra para la revisión mayor.

Los dos Martin no volaban desde 1959. Uno de los DC-3 incluidos entre los inservibles, se hallaba en la pista de El Trueno, al sur del Capanaparo debido a un accidente en ese sitio, posteriormente vendido a Tigres Voladores.

LAV carecían de repuestos en el inventario local y el crédito estaba suspendido entre los proveedores externos.

Mientras viajaban al exterior dos comisiones (un piloto, un ingeniero y un mecánico) para evaluar mejores aviones nuevos, se invertían en Maiquetía el año 1963, 50.400 horas hombre en tareas de recuperación del material volante que podía reacondicionarse: cimnco Douglas, un Viscount y otras cuatro aeronaves que poco a poco salieron a volar. Ello gracias a un crédito del Banco Industrial de Venezuela avalado por la Corporación Venezolana de Fomento. LAV contaba al finalizar 1963 con 1.193 empleados luego de cerrar 122 puestos de trabajo. El 25 de julio de 1962 se había suscrito nuevo contrato laboral.

Granadillo informó que la empresa recuperó unos dos millones de bolívares por reintegro de impuestos por parte de Italia causados cuando los Constellation se abastecían en Roma, y un remanente por parte de C. R. Haper, adeudado por la cancelación de la orden de compra de los Comet, monto aplicado al despacho de repuestos y materiales para poner al día la flota paralizada.

Al mismo tiempo que se resolvía mantener y reforzar las rutas hacia El Dorado, Kamarata, Kavanayén, Uoquen, Peraitepui, Icabarú, Urimán, Santa Elena de Uairén, se daba el presidente de LAV el balance de las rutas improductivas, el cual arrojaba como saldo negativo más de tres millones de bolívares siendo las más onerosas Tucupita-Pedernales, Guiria-Tucupita-Pedernales, Barinas-Palmarito-Elorza, Barinas-Palmarito-Elorza, San Fernando-Puerto Ayacucho-Puerto Páez.

Las medidas adoptada lograron bajas las pérdidas de 18 millones en 1962 a 11 millones al año siguiente. En 1963, LAV tuvo en caja al 31 de diciembre, casi nueve millones de bolívares.

Para Granadillo, el Ejecutivo lo acompañó en la determinación de no ceder ante las presiones de la competencia para que el Estado se deslastrara de empresas improductivas, como era la de aviación la cual "le presta al Estado venezolano su concurso útil y oportuno en situaciones de emergencia y en toda época en que sean requeridos sus servicios".

Como lo informa en Historia de la Aviación Venezolana el doctor David Iriarte, la directiva de LAV estaba integrada, además de Granadillo, por Antonio Reina Antoni, Rafael Rivas Vasquez, Luis Hernandez Benítez, Carlos Moros, Humberto Blanco Rondón, Salvador Valera, Bladimiro Fernández y Calixto Landaeta.

Ramón Granadillo, abogado y piloto, estuvo en Woodford, donde convino las condiciones de venta de una flota de seis unidades que bien podía incluir el transporte presidencial, del cual carecía la Presidencia de la República, dependiente de un DC-3 para configurado para pasajeros, de la Fuerza Aérea, de uno de los Viscount que ostentaba el escudo nacional en los costados posteriores, y para viajes fuera del país, de la flota CV 880 y DC 8-53 de VIASA.

El presidente Betancourt era poco dado a viajes por avión salvo necesidad imperiosa; se deleitaba en yates y barcos como el transporte Las Aves (ARV T12), estupenda embarcación francesa adquirida en Francia en tiempos de la dictadura (antiguo ARV T-12 Dos de Diciembre).

En 1964 Raúl Leoni asume la jefatura del Estado. No desperdiciaba la ocasión para ir a pasar días de descanso en el hato de su esposa Menca Fernández, Puedpa, en Upata, estado Bolívar, hacia donde se tendió un puente aéreo que contó de la ventaja de la pista mejora de El Manteco, La necesidad del aparato adecuado se tornó puntual por lo que la incorporación de nave rápida, confiable y capaz de operar de aeródromos de pista corta, sitios bajos o altos, calientes o no, surgió como prioridad a ser resuelta con celeridad. En octubre de 1965 fue puesta la orden para el 748VIP FAV 0111.

A esta conveniencia de Estado se equiparaba para la gente y el gobierno, la del transporte aéreo doméstico ante lo cual, el directorio de la Línea Aeropostal Venezolana aceleró las diligencias que concretan el compromiso por seis AVRO 748 serie 2 para la compañía.

Comenzaron a llegar en mayo de 1965, un prototipo que estuvo sirviendo en Brasil para demostrarlo –para el presidente de la República también allá compraron un AVRO 748 al igual que la Fuerza Aéreas Brasileña fue provista del mismo avión para transporte de personal- dejado en Venezuela, al que las siglas YV-C-AMC reemplazaron las inglesas G-ARAY. De fábrica fue entregado a LAV el YV-C-AME (luego YV-04C) el 15 de mayo de 1965.

Una serie de fotografías publicadas la página en facebook Aviación Venezolana en Retrospectiva ( Aviacion Venezolana en Retrospectiva ) gracias a la gentileza del colaborador Gustavo Bruzual corresponden al libro Avro 748 cuyo autor es Harry Holmes (NPI Media Group, 01AGO2000). “tiene varias notas bien interesantes en relación a la operación de estos aviones con Aeropostal”- afirma Bruzual.

(Con informaciones de Harry Holmes, Gustavo Bruzual, Nicolás Cárdenas, Fabián Capecchi, Alí Méndez Martínez. También con fotografías de la colección de la FMT).

Del libro de Harry Holmes, las pruebas en Venezuela del Avro 748 aun matriculado G-ARAY. (Fotografía Holmes).

Los ingleses se esforzaron en demostrar las capacidades de sus Avro para operar en pistas cortas, altas, bajas, en lugares calurosos o no. (Fotografía Holmes).

Avro de Aeropostal en Mérida. Cortesía de Nicolás Cárdenas

En Guiria, el presidente Raúl Leoni y su esposa Menca acaban de llegar a bordo del Avro 748 VIP FAV 0111